"En el estado de Chiapas estamos viviendo en medio de grupos criminales que se disputan el territorio poniendo a la sociedad civil como barrera humana en dicha disputa, sin que se haga valer el derecho del pueblo a la seguridad, el libre tránsito, la paz y otros, de manera permanente", indica la misiva.
De acuerdo con la Diócesis, desde hace más de dos años la región fronteriza-sierra sufre los azotes de la violencia, como amenazas, hostigamientos, cobro de piso, intimidaciones, desapariciones, "levantones", asesinatos, despojos de bienes materiales, "retenes", "cobro de paso", saqueo y explotación minera que continúa bajo amenazas e intimidaciones a autoridades ejidales y comunidades con la presencia de personas armadas y un sinfín de violaciones a los derechos humanos y colectivos.
"Vemos, escuchamos, sentimos y acompañamos el dolor, el sufrimiento y el gripo desesperado de paz de mujeres, hombres, niñas, niños, jóvenes y ancianos que están padeciendo está situación sin que hasta el momento hayan sido respondidas sus demandas de seguridad, justicia y paz. El crimen organizado mantiene a los pueblos sitiados, secuestrados, intimidados y amenazados, vulnerándolos cada día más", alertó.