#EnFotos: Sigue la emergencia en Guerrero tras el paso de Otis
A este lunes continúan los trabajos de recuperación y atención a la población afectada por el paso del huracán Otis, en tanto que los pobladores lidian además con la incertidumbre e inseguridad.
Han pasado cinco días de que el huracán Otis azotó al puerto de Acapulco, Guerrero, el pasado 25 de octubre y en medio de la incertidumbre, las pérdidas materiales y humanas que las autoridades federales continúan contabilizando, la población afectada también hace frente al clima de inseguridad que impera en el estado.
Entre saqueos, robos y rapiña, la población también se organiza para poder resguardar lo mucho o poco que han podido rescatar.
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En tanto que el gobierno federal y el gobierno estatal difieren en la cifra de personas fallecidas , pues mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador contabiliza 48 personas muertas —43 en Acapulco de Juárez y cinco en Coyuca de Benítez—, el gobierno de Evelyn Salgado lleva un registro menor de 45 personas fallecidas y 47 personas que no localizadas.
Además, mientras el gobierno federal informó que hay 273,844 viviendas afectadas y 600 hoteles y condominios afectados, un informe elaborado por el sistema Copernicus de la Unión Europea, estima que de los 900,000 pobladores que viven tanto en la zona costera de Acapulco como en el interior del municipio, 580,000 reporta afectacione s, es decir, el 64%.
Es así que mientras el gobierno federal estima que hay seis personas desaparecidas y 10 extranjeros reportados como no localizados, la Guardia Nacional, el Ejército Nacional Mexicano y elementos de la Secretaría de Marina continúan realizando labores de auxilio a la población, búsqueda y rescate, en tanto que se coordina la implementación de medidas de respuesta y recuperación.
Pero además de las afectaciones materiales y en medio de la incertidumbre respecto a la que vendrá en días venidos, la población de Acapulco se ha visto obligada a reforzar su seguridad, instalando barricadas y prendiendo antorchas ante la falta de energía eléctrica.
Además de que hoteleros y administradores de zonas residenciales de Acapulco también se han visto orillados a tratar de contratar personal militar en retiro para resguardar sus propiedades y evitar que continúen los actos de rapiña, robos y saqueos.
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Mientras, los residentes del puerto continúan organizándose para reparar los daños y retirar los escombros, en medio de quejas sobre la lentitud con que llega la asistencia.
"No hemos visto nada de las autoridades", dijo Miguel Antraca, de 60 años, que acudió a una playa para ver su pequeño negocio en ruinas.
“Ha experimentado ciclones antes, pero nunca de esta magnitud. "Es un desastre, nunca antes había pasado, los huracanes eran más pequeños", agregó.
De una simple tormenta tropical, Otis se fortaleció hasta convertirse en un destructivo huracán en solo seis horas frente a la costa del Pacífico mexicano.
Tocó tierra con vientos de 270 km/h y rachas de más de 300 km/h. Luego se debilitó a medida que avanzaba hacia el interior, pero persistieron fuertes lluvias en los estados de Guerrero y Oaxaca, dos de los más empobrecidos del país.
La velocidad con la que se formó el huracán no dio tiempo a los residentes para proteger sus negocios, hogares y hoteles, ni para abastecerse de agua,alimentos o gasolina.
Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno evalúa adelantar las transferencias monetarias en Guerrero para ayudar a la población afectada por el huracán Otis y aseguró que ampliará el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.Los pagos de los programas se depositarían la próxima semana.
Afirmó que, aunque se realiza el censo de damnificados, no esperará a que esté terminado para comenzar a distribuir los apoyos.
A este domingo se reportaban aún12 cierres carreteros por caída de árboles, deslaves y desbordamientos de cuerpos de agua y 24 derrumbes o socavones en caminos y vialidades.