A pesar de los nombramientos y las medidas para pacificar ese estado, en los últimos dos años Guerrero ha estado marcado por varios episodios de violencia tanto contra la población como autoridades.
El homicidio Fernando García Hernández, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR), de Víctor Manuel Salas, fiscal general de Tierra Caliente, el asesinato de Zulma Carbajal Salgado, prima de la gobernadora Salgado quien sufrió un ataque a balazos, son algunas de las postales de violencia que se han presentado en el estado.
Pero a éstas, se suman los bloqueos por varios días en la capital del estado, Chilpancingo, luego de que un líder de transportistas, presuntamente vinculado con el grupo criminal “Los Ardillos”, fue detenido, el secuestro y liberación de la ministerio público, Jaquelíne Salgado en Coyuca de Catalán o la masacre del alcalde de San Miguel Totoloapan, Conrado Mendoza y a otras 19 personas.
“Evelyn Salgado presumió ‘nuestra fiscal del estado va a ser militar’ como si esa fuera la solución mágica! Y la realidad es que le están matando a su gente. ¿Cuántos fiscales no han matado en las últimas semanas? Guerrero está incendiándose”, comenta Víctor Hernández, experto en seguridad pública y miembro de la Red Nacional de Inteligencia.
Un viejo epicentro de violencia
La violencia en Guerrero no es un problema nuevo. Desde hace varios años, esa entidad es disputada por al menos 16 organizaciones criminales, entre ellas el Cártel Jalisco Nueva Generación, Guerreros Unidos, Los Viagra, Los Ardillos y La Nueva Familia Michoacana, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En Guerrero los homicidios dolosos tienen como víctimas principalmente a hombres de 20 a 39 años.
La vía pública y arma de fuego, son dos de las características que reportan los asesinatos de acuerdo con el Atlas de Homicidios 2021 de MUCD.
Guerrero es la entidad con una tasa alta de homicidios dolosos: 35 por cada 100,000 habitantes”
Daniela Osorio, investigadora de MUCD.
Se trata de una tasa superior a la nacional, la cual se ubica en 28 homicidios por cada 100,000 habitantes.
La corrupción y cooptación de autoridades también ha contribuido a la exacerbación de la violencia.