Sin embargo, si la actividad del volcán empeora, México está preparado para hacer frente a esa situación, aseguran. Actualmente, el Cenapred cuenta con 10 estaciones sísmicas, tres meteorológicas y dos sensores sónicos para monitorear el volcán las 24 horas del día.
“Hasta el momento, todo parece indicar que el volcán está igual que ha estado en los últimos, aproximadamente, 27 años. No hay un cambio en esa dirección; pero, si lo hubiera, estamos preparados para gestionarlo. Pero, repito, hasta el momento no lo ha habido”, afirmó Servando de la Cruz Reyna, investigador emérito del Departamento de Vulcanología de la UNAM.
Los expertos indicaron que es probable que la actividad actual del Popocatépetl se mantenga por un tiempo, pero es difícil determinar con precisión cuánto duraría.
La alerta
La actividad actual del volcán, por la que aumentó el nivel de alerta de Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3, es comparable a la ocurrida en 2012, 2013 y 2019. Se esperan explosiones de leves a moderadas, con lanzamientos de fragmentos en el entorno del cráter, lluvias de ceniza de leves a moderadas, crecimiento de domos y posibilidad de explosión de lava, detalló el investigador del Cenapred.
Desde diciembre de 1994, el volcán ha estado en actividad, recordó Carlos Valdés, investigador del mismo departamento de la UNAM. En el año 2000, 2003, de 2012 a 2013, y en 2019 se activó también la alerta Amarillo Fase 3.
Explicó que la creciente actividad del Popocatépetl inició en septiembre del año pasado de manera leve y en las últimas dos semanas aumentaron las explosiones.