Origen del Cártel de Sinaloa
El exprocurador de justicia de Sinaloa, Manuel Lazcano Ochoa, refiere en su libro “Una vida en la vida sinaloense” que el inicio del narcotráfico en esta entidad está ligada a la presencia de migrantes chinos, que comenzaron a dedicarse al cultivo de drogas, actividad a la que siguieron los estadounidenses, quienes llegaban a Sinaloa para adquirir o cultivar estupefacientes en la década de los 20´s.
Los años pasaron y el negocio del narcotráfico, al estar ligado a los consumidores de Estados Unidos, fue aprovechado por habitantes de la entidad, que comenzaron a cultivar amapola y viajaban a Arizona. En aquellos años, la aduana norteamericana permitía el libre tránsito de los campesinos con los pequeños paquetes de drogas.
A finales de los años sesenta, Pedro Áviles Pérez se convirtió en el primer gran narcotraficante de Sinaloa, que aprovechó la actividad de los “amapoleros” y “marihuaneros”, y comenzó con la exportación a Estados Unidos.
Avilés fue abatido en 1978 durante un tiroteo con la policía. A finales de los años setenta, los cárteles diversificaron sus actividades y comenzaron a transportar cocaína para los traficantes colombianos y centroamericanos, y desplazaron sus actividades a Guadalajara, en el estado de Jalisco. Entre sus líderes se encontraban Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo.
Durante la década de los ochenta, una segunda ola de narcotraficantes surgió y era encabezada por Roberto Moreno, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, Miguel Ángel Félix Gallardo “El Jefe de Jefes”, Ismael “El Mayo” Zambada; y el sobrino de Áviles Pérez, Joaquín “El Chapo” Guzmán”, entre otros.

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