Este error provocó que la paciente tuviera una infección generalizada, que la llevó a un paro cardíaco con 30 minutos de reanimación asistida, choque séptico, extirpación del útero, un ovario, y la amputación de ambas piernas.
Esta recomendación fue emitida luego de que la víctima presentó una queja ante la CNDH, en la que señaló que en septiembre de 2018, acudió en al menos tres ocasiones a la UMF-9 debido a un dolor abdominal.
Los médicos le diagnosticaron infección en las vías urinarias y colitis, y sin solicitar estudios de laboratorios le dieron un tratamiento.
Luego la joven acudió al área de gineco-obstetricia del hospital del IMSS, para que le retiraran un DIU que estaba colocado en una posición inadecuada, el cual le fue extraído sin haberle realizado un ultrasonido o estudios de rayos X previamente.
Tres días después de este procedimiento, la joven se presentó de nueva cuenta en la clínica del IMSS debido a que tenía dolor en el área lumbar, y otra vez, sin llevar a cabo algún análisis, se le diagnosticó lumbalgia aguda.
Debido a que el estado de salud de la joven no mejoró, ingresó a urgencias de la UMF-9 y de ahí fue trasladada al HGR-1, esto por grave pérdida de sangre, gastroenteritis infecciosa y deshidratación severa.
La CNDH detalló a través de un comunicado, que el organismo pudo acreditar que al llegar al HGR-1, "la víctima se encontraba en una condición grave que ponía en riesgo su vida, y que la pérdida de sangre se debió a una infección generalizada (sepsis), por lo que fue necesario proporcionarle respiración mecánica, ser intubada y una trasfusión sanguínea y, debido al paro cardíaco que sufrió, requirió reanimación por 30 minutos, se realizó extirpación de útero y ovario y, posteriormente, se le tuvo que realizar la amputación de ambas piernas".