En un comunicado, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús condenó los hechos violentos y exige justicia y la recuperación de los cuerpos, pues fueron sustraídos del templo por personas armadas.
"También demandamos que de forma inmediata se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui", se lee en el comunicado.
"Hechos como estos no son aislados", pues –según el comunicado– la sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas.
"Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos", destacan.
"No callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad", advirtió la comunidad jesuita e informó que seguirá presente y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz, a través de las obras pastorales, educativas y sociales que realizan.
"Al denunciar lo ocurrido hacemos notar también el dolor que vive nuestro pueblo por la violencia imperante y nos solidarizamos con tantas personas que padecen esta misma situación, sin que su sufrimiento suscite empatía y atención pública.
"Confiamos que los testimonios de vida cristiana de nuestros queridos Javier y Joaquín sigan inspirando a hombres y mujeres a entregarse en el servicio a los más desprotegidos", se lee en el comunicado.