PUEBLA, Puebla.— Los poblanos nuevamente irán a las urnas el próximo 6 de junio, en una elección intermedia en la que se renovarán las 217 presidencias municipales, 41 diputaciones locales y 15 diputaciones federales.
A diferencia de la elección de 2018, cuando la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) arrasó con la mayoría de los cargos por el impulso de Andrés Manuel López Obrador, en esta ocasión el hoy presidente no estará en las boletas, lo que abre diferentes posibilidades.
“El hecho de que Andrés Manuel López Obrador no esté en las boletas cambia todo el escenario, además del conflicto interno que se traen en Morena. Esto pone en riesgo que se pueda retener mayoría en el Congreso local y las principales presidencias municipales”, consideró en entrevista el director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, campus Puebla, Juan Luis Hernández Avendaño.
Debido a la extinción del PES por no haber alcanzado el 3% de la votación en 2018, en el proceso electoral local Morena únicamente va en alianza con el PT, mientras que por las diputaciones federales sumó al PVEM.
Lo que está en juego es que el partido fundado por López Obrador logre retener la mayoría o tenga que dar paso a la coalición conformada por PAN, PRI y PRD, partidos que se unieron para “sacar a Morena del poder”.
En el Congreso de Puebla, se definirá si el bloque morenista vuelve a obtener 23 de las 41 posiciones que tiene actualmente, mayoría que ha servido al gobernador Miguel Barbosa para que sus iniciativas pasen sin trabas.
La pelea será complicada, no solo por la oposición del frente PRI-PAN-PRD, sino por los conflictos internos de Morena por la designación de candidaturas, que se han agudizado conforme se acerca la elección.
El presidente del Congreso local, Gabriel Biestro —quien tiene licencia y es identificado como cercano a Barbosa—, encabezó una marcha el 13 de abril, a solo unas horas de que se cerrara el plazo de registro para diputaciones locales y alcaldes, para acusar “imposiciones” del grupo del senador Alejandro Armenta y la alcaldesa con licencia de Puebla capital, Claudia Rivera.
El propio Barbosa ha reclamado por lo que considera “atropellos” dentro del partido.
“Hace tres años no hubo problemas para la definición de candidaturas, Morena no tuvo problemas, se hicieron acuerdos políticos, se hicieron evaluaciones y sí hubo inconformidad, pero no hubo problemas, manifestaciones en las calles, toma de edificios públicos, eso no lo vivió Morena", dijo Barbosa a medios locales el 14 de abril.
Barbosa fue dos veces candidato a gobernador postulado por Morena. En 2018 perdió la contienda frente a la panista Martha Erika Alonso, quien murió en un accidente de helicóptero días después de asumir el cargo. Barbosa volvió a competir en 2019 en una elección extraordinaria, en la que resultó vencedor.
Una de las designaciones por las que hay confrontación entre el gobernador y la dirigencia estatal de Morena es la postulación de Claudia Rivera por la reelección en la alcaldía de Puebla capital, a pesar de que diversas encuestas la colocan como la menos competitiva para ganarle a PAN-PRI-PRD. Barbosa impulsaba a Biestro, mientras que la candidatura de Rivera está impugnada.
La ciudad es la cuarta más importante del país y maneja un presupuesto anual de cerca de 5,000 millones de pesos. Por ello es considerada la cereza en el pastel en esta elección local.
En 2018, Claudia Rivera obtuvo una votación de 343,098 votos, mientras que su más cercano competidor, Eduardo Rivera Pérez, alcanzó 253,384. Ambos se enfrentarán nuevamente este año, cuando el panista —quien ya fue alcalde— tendrá el respaldo de PRI, PRD y los partidos locales Compromiso Por Puebla (CPP) y Pacto Social de Integración (PSI).
Otros aspirantes son el exfutbolista Roberto Ruiz Esparza, ‘el Capi’, quien va por el PVEM; el empresario Edgar Yamil Yitani, por MC; Eduardo Rivera Santamaría, por el nuevo partido Fuerza Social por México; el médico Alfredo Victoria Moreno, por el Partido Encuentro Solidario, y Evelyn Hurtado Morales, por Nueva Alianza.
En cuanto a las diputaciones federales, los 15 postulados por Morena, PT y PVEM no están identificados con Barbosa y se pelean la votación con perfiles con experiencia política impulsados por Va por México, como Ana Teresa Aranda, excandidata independiente a la gubernatura.
