La decisión ha causado molestia entre ciudadanos y empresarios, mientras el gobierno estatal argumenta que esto es necesario por la situación de la pandemia.
Al corte de este domingo, Nuevo León tenía 89,581 casos acumulados y 5,449 personas fallecidas por COVID-19, según las cifras de la Secretaría de Salud federal. En tanto, la Secretaría de Salud de la entidad advierte que las hospitalizaciones se han disparado tras las fiestas decembrinas: de las 2,355 camas para atender a pacientes con COVID-19, están ocupadas 1,893, es decir, 80%.
Por ello, el gobierno del ‘Bronco’ ordenó que de lunes a sábado las actividades esenciales y no esenciales solo puedan operar de 5:00 a 20:00 horas, así como el cierre total los domingos. Únicamente las gasolinerías y las farmacias pueden funcionar las 24 horas horas y en cualquier día.
Más aún, el gobernador ha acusado a los comercios de no acatar las medidas y de que por esto se mantenga el alza de contagios.
“Si se nos ha crecido (la cifra) es porque muchos negocios no cumplen con las especificaciones y restricciones que hemos dado (…) Estaremos cerrados hasta en tanto no bajemos la ocupación hospitalaria”, dijo recientemente.