A finales de septiembre, Corral afirmó que los representantes del gobierno federal, con quienes mantenía una buena comunicación y reuniones diariamente, dejaron de asistir a las mesas de trabajo y de participar en operativos de seguridad.
La postura del presidente fue responsabilizar al gobierno de Chihuahua, tanto del conflicto por la extracción del agua como por la ruptura con la SSPC.
"¿Cómo vamos a estar tratando asuntos de interés nacional cuando tenemos la oposición al interior, cuando se está conspirando en estas reuniones (de seguridad)? Toda la información que se daba a conocer de inmediato la sabían los dirigentes de este partido (el PAN), así no", dijo el presidente en una conferencia de prensa.
En tanto, Corral advirtió que no se dejaría "someter" por López Obrador.
"Con nosotros se va a topar con pared. A otros los podrá intimidar; en mi caso, el presidente se está equivocando. A mí ni me va a intimidar ni me va a mantener callado, como lo ha hecho con otros gobernadores. Nosotros vamos a responder con respeto y con firmeza", comentó en una entrevista radiofónica.