Fieles festejan la reaparición de la Virgen de Guadalupe del Río Santa Catarina
La estructura de 12 metros, inaugurada por el Papa Juan Pablo II en 1990, fue derribada y sepultada hace 10 años por el huracán “Alex”, pero reapareció tras el paso de la tormenta tropical “Hanna”.
Monterrey, Nuevo León.– Bajo los escombros del Río Santa Catarina fue encontrada una imagen del rostro de la Virgen de Guadalupe, que dejó un mensaje de fe y esperanza a una población azotada por la tormenta tropical “Hanna” en medio de la crisis sanitaria por el Covid-19.
El hallazgo se realizó este jueves después del mediodía tras un aviso ciudadano a elementos de la Secretaría de Servicios Públicos de Monterrey, desatando revuelo entre la población de Nuevo León que de inmediato calificó el descubrimiento como “un verdadero milagro”.
Publicidad
Al acudir al Río Santa Catarina, personal de la Secretaría compartió en redes sociales imágenes del rostro de la guadalupana, que rápidamente se hicieron virales al despertar el interés de la comunidad religiosa.
Por la madrugada de este viernes, la Secretaría compartió imágenes de una mujer que acudió a dejar una veladora, y de un matlachín que danzó a la guadalupana.
El rostro que fue encontrado corresponde a una estructura de 12 metros de alto, que fue instalada en el talud del río cerca de la Catedral de Monterrey y del Santuario de la Virgen de Guadalupe, y que fue inaugurada el 10 de mayo de 1990 por el Papa Juan Pablo II en su primera visita a la ciudad.
La estructura fue derribada y sepultada hace 10 años por el huracán “Alex”, pero reapareció este jueves luego de que la tierra y las piedras fueran removidas por la tormenta tropical “Hanna”.
Casi de inmediato, la Secretaría de Servicios Público de Monterrey comenzó con las labores para desenterrarla, pidiendo a la población no bajar al río ya que puede ser peligroso, y porque la zona se encuentra acordonada.
La creyente María de la Luz Márquez asegura que “es un verdadero milagro, después de tantos años precisamente en este momento de pandemia y huracán y de tanta envidia que se aparezca, es un milagro, nos comunica que hay que tener fe y confiar en su hijo Jesucristo en tiempos difíciles”.
Publicidad
Otra transeúnte de nombre Juana Rocha recordó que hace 10 años, después del huracán “Alex”, la estructura de la Virgen de Guadalupe fue buscada por los cuerpos de auxilio, pero sin tener éxito, que reaparezca en tiempo de pandemia, comentó, es señal de bendiciones.
“Es un verdadero milagro y anuncia muchas bendiciones. Un milagro, tanto que la buscaron cuando desapareció y gracias a Dios volvemos a recuperarla”, dijo la regiomontana.
Cabe destacar que archivos periodísticos refieren que la estructura de 12 metros de alto fue diseñada hace 30 años por el padre Aureliano Tapia, quien falleció el 23 de enero del 2011.
Al ser derribada por el huracán “Alex”, se instaló una réplica, pero con diferencias a la que fue diseñada por Monseñor Aureliano Tapia.
El hallazgo de la estructura original también despertó la fe de los alcaldes de Monterrey y San Nicolás, Adrián de la Garza y Zeferino Salgado, que en calidad de particulares financiaran la restauración de la Virgen de Guadalupe.
De la Garza y Salgado aseguraron que el financiamiento saldrá de sus propios recursos, en conjunto con el empresario Rubén López, quien también hará una aportación económica.
“Vamos a mandarla a reparar de nuevo, será una cuadrilla de Monterrey quien la saque de aquí, ya el costo de la reparación será por parte de uno en lo particular (…) Zeferino Salgado (alcalde de San Nicolás) y un grupo de particulares se encargarán de restaurarla”, dijo.
“Queremos hablar con el señor Arzobispo de Monterrey (Rogelio Cabrera) para que sea colocada donde él indique”.
Con la forma de su rostro al descubierto, se asoma la Virgen de Guadalupe en una comunidad que sufrió pérdidas principalmente materiales por la inclemencia del clima, y humanas por la crisis sanitaria.
Pero la fe de la comunidad religiosa en Monterrey creció con el hallazgo, y ahora enfrentarán ambos problemas con la confianza de salir adelante con sus propios esfuerzos y con la ayuda divina de un mensaje esperanzador.