MONTERREY, Nuevo León.— El gobierno de Nuevo León endurecerá sus medidas para prevenir contagios de COVID-19 en el estado, al echar a andar una reforma que busca castigar con más fuerza a quienes contraigan esta enfermedad —o algún otro padecimiento contagioso— y no acaten el aislamiento al que deben someterse.
En coordinación con los diputados locales, el Poder Ejecutivo encabezado por Jaime Rodríguez Calderón, ‘el Bronco’, concretó modificaciones a las leyes locales para que aquellas personas que no se confinen a pesar de tener una enfermedad grave y transmisible puedan ser tratadas como responsables de un delito y puedan recibir penas de hasta tres años de prisión y multas de hasta 34,572 pesos.