“El matrimonio no puede ser usado como un instrumento igualador. Es una aberración”, señaló el pasado domingo la Iglesia católica a través de un comunicado de la Arquidiócesis de Xalapa.
El tono de todos los grupos que se oponen a la reforma integral es similar y aunque la propuesta para modificar la legislación contempla 52 cambios, las críticas y el rechazo se centra en el tema del matrimonio igualitario.
El PAN se ha manifestado en contra alegando que defiende los valores de la familia y otros grupos incluso aseguran que también se legislará el tema del aborto, aunque no está contemplado en las reformas que están en la mesa.
La llama de rechazo fusionó en un solo bloque a las iglesias católica y evangélica, a los grupos sociales conservadores y al PAN, permitiendo la incursión de temas religiosos en asuntos de índole político y legislativo, según coinciden legisladores de Morena, representantes de la comunidad LGBTTTI y el propio subsecretario de Derechos Humanos del gobierno federal, Alejandro Encinas.
El representante de la Iglesia evangélica, Guillermo Trujillo, dijo que respetan la diversidad sexual pero que la ley no debe arroparla porque va contra designios sacros.
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