Zacacoyuca, se vuelve un “pueblo fantasma” tras el ataque en un jaripeo

“Fue un momento que se hizo eterno, muy feo, la verdad. Disparos por donde quiera, la gente corría espantada, niños por igual, llorando, gritando, señoras. Fue una cosa que la verdad pues pasó rápido, pero para la gente que estaba ahí fue eterno”, contó un joven que estuvo en el lugar, pero que por temor no quiso dar su nombre.

Como parte de las fiestas de San Miguel Arcángel, las autoridades locales organizaron, como cada año, el jaripeo en el corral que se ubica en Zacacoyuca. Esa noche la fiesta era amenizada por el grupo musical La Fuerza de Mayanalán.

Mientras los jinetes lucían sus suertes en el jaripeo, poco antes de la medianoche, fue que comenzaron a oírse los primeros disparos.

“Al principio pues se pensaba que era como cohetes, así porque no se miraba la gente, hasta después que empezaron a disparar al centro del ruedo”, contó el joven entrevistado que mostró los arañazos en su abdomen y pecho provocados por una malla que saltó para escapar del lugar.

De acuerdo con los reportes policiacos, en el ataque un excomisario municipal de Paintla murió, mientras que la comisaria ejidal de Zacacoyuca, Reyna, de 50 años de edad, recibió balazos en el estómago, en un hombro y en un dedo de la mano. Otro hombre de 74 años resultó herido en los glúteos.

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En el lugar de los hechos fueron localizados más de 40 casquillos percutidos. Todos de grueso calibre. Aunque el móvil del ataque no ha sido esclarecido, los habitantes aseguran que el objetivo fue atemorizar a la población.

“Yo creo que sería más como meter miedo porque aquí el pueblo siempre ha sido muy tranquilo, nunca se ha visto en problemas de esos, y mis papás me comentan que es la primera vez desde que ellos están aquí y la verdad que nunca se había escuchado de un problema de esos aquí cerca”, dijo uno de los vecinos del corral.

Tras los hechos, elementos de la Policía Federal vigilan la zona. Sin embargo, los vecinos de Zacacoyuca aseguran que tras el ataque la comunidad se convirtió en un pueblo fantasma, pues por miedo, desde el domingo la gente ha evitado salir de sus casas.

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“Esta es una comunidad muy tranquila que nunca había pasado esto y a raíz de lo que pasó el pueblo ha cambiado, parece un pueblo fantasma, nadie quiere salir, tienen miedo y pues eso genera que pues todo vaya hacia abajo en tanto también económico, el trabajo, la verdad toda la gente tiene miedo y con justa razón”, reconoció un joven vecino del lugar.

Otro de los pobladores, un trabajador de una vulcanizadora ubicada a unos metros del corral donde ocurrió el ataque, asegura que la seguridad se ha incrementado en la zona, pese a ello, y a diferencia de otros pobladores, él mantiene su negocio abierto

“El que nada debe, nada teme, nosotros estamos, seguimos trabajando aquí, todos, máquinas, carros, camionetas, servicio, gracias a Dios ya no se volvió a suscitar nada de eso y esperemos que ya no pase nada”, comentó.