“Al presidente hay que apoyarlo, no someterse ante él”: Enrique Alfaro

“La lógica del gobierno de la República de tratar de corregir el terrible problema de la desigualdad a través de una política asistencialista ha sido muy poco efectiva y un grave error. Ni vas a resolver el problema de fondo, pero le estás metiendo una terrible presión al gasto público y estás dejando de invertir en lo que verdaderamente puede hacer que México camine y funcione”, señala.

El mandatario jalisciense asegura que el capítulo de confrontación que tuvo con el gobierno federal al inicio de la gestión quedó atrás y que hoy la relación con el presidente es de respeto y apoyo, pero advierte que hay temas urgentes para beneficio de los estados, como reajustar el pacto fiscal y, por ello, adelanta que será uno de los impulsores de una nueva Convención Nacional Hacendaria en México. “Ya no aguanta, el pacto tiene que ser revisado”.

¿Usted ve un riesgo para el federalismo con el nuevo gobierno?
Está afectado desde el primer día del gobierno, cuando se tomó la decisión de crear figuras de representación de la administración pública federal que invadan el ámbito de competencia de los gobernadores electos por los ciudadanos de cada estado; el manejo del presupuesto ha sido cada día con una visión más concentradora, yo creo que el federalismo mexicano está acotado, por las decisiones del gobierno federal.

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¿Qué temas buscan los estados poner sobre la mesa?
Hay muchos temas en los que los estados tienen que aportar; ojalá y todos los gobernadores entendamos que al presidente de la República hay que respetarlo y apoyarlo, pero eso no significa someterse ante él ni agachar la cabeza, debemos tener una posición más firme, respetuosa pero clara y, sobre todo, de defensa a los intereses de nuestros estados. Yo espero que esa idea también sea entendida por el propio presidente de México, que no espere de nosotros, simplemente, silencio y sometimiento.

¿Los gobernadores podrían ser un contrapeso al gobierno federal?
No creo que muchos, no creo que ni tengan ganas la enorme mayoría, los gobernadores tenemos que concentrarnos en nuestra función, que está perfectamente definida y acotada; sin embargo, creo que habemos gobernadores que tenemos un rol político distinto, por muchas razones, yo creo que desde los estados sí se puede construir un mensaje distinto de lo que es la agenda nacional.

¿Usted se ve como contrapeso del presidente López Obrador?
No, no en esos términos, pero sí entiendo que tengo una responsabilidad importante en la construcción de una voz que pueda sonar fuerte, que pueda pesar, de manera importante, defendiendo una visión distinta del país.

¿Cuáles serían las principales coincidencias con el presidente?
La idea de romper el viejo sistema, de separar el poder político del poder económico, de usar bien el dinero público, de no tener excesos, en su idea de la justicia social, como una premisa de la acción pública. Los cómos son los que no me terminan de convencer.

¿Cuál es la principal diferencia?
Difiero de la idea de Andrés de que todo lo que había en el pasado está mal, por ejemplo, me parece un grave error haber cedido a las presiones de la CNTE; me parece un grave error mandar mensajes a los delincuentes diciéndoles que ojalá y recapaciten; me parece un grave error no poder plantear una agenda sólida de trabajo con los empresarios.

¿Austeridad es rendición de cuentas?
La austeridad no solamente es gastar poco; también, rendir cuentas, es manejar con transparencia los recursos, y creo que, en ese sentido, todavía hay mucho trabajo por hacer.

¿Es cierta la llamada “cuarta transformación”?
De que hay una transformación de fondo en la vida del país, pues yo creo que sería muy difícil debatir esa idea (...) Yo lo que creo es que es una transformación de gran profundidad, que Andrés es un líder de una potencia impresionante, que podría encabezar un cambio positivo para México, pero que ha cometido errores y que está tomando decisiones que, con el tiempo, le pueden costar al país.

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¿Cómo se prepara para el 2024?
Estoy preparándome para el retiro, siempre me han generado una opinión negativa los políticos que se marean de subirse en un ladrillo, yo soy gobernador del estado y no tengo aspiraciones presidenciales, pero sí tengo interés en ser un actor importante en la definición del rumbo que va a tomar mi país, es decir, el 2024, para mí, es una oportunidad de aportar al debate público.

Ya hemos visto a muchos que dicen: “A mí, que me den por muerto”.
Si tengo vida y salud, ahí voy a estar; quiero ser un factor que influya en el rumbo del país, pero no me interesa ser candidato, no está en mi agenda, no está en mis proyectos de vida.