7 rasgos en los que se parecen López Obrador y Alfaro (les guste o no)

GUADALAJARA, Jalisco (ADNPolítico).- En los últimos meses, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ha sido uno de los actores políticos que más han alzado la voz para criticar decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Así lo hizo en enero pasado cuando, por ejemplo, cuestionó la estrategia del gobierno federal para combatir el robo de combustible, argumentando que cerrar los ductos de Pemex causó un desabasto de gasolinas que golpeó la economía del estado.

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Pero Alfaro, quien llegó al cargo por Movimiento Ciudadano (MC), no es opuesto en todo a López Obrador. Por el contrario, existen similitudes en la forma de gobernar de ambos políticos, como la manera en la que reaccionan a críticas de la prensa o su determinación de no volar en aeronaves oficiales.

Andrea Bussoletti, investigador de la Universidad de Guadalajara, considera que esas semejanzas se deben a factores como que tanto Morena como MC son partidos centrados en liderazgos fuertes que no necesitan una gran articulación territorial o ideología para movilizar al electorado. En cambio, a través de medios y redes sociales, buscan al votante directamente.

“Hay muchas cosas en las que efectivamente están tomando decisiones parecidas. Yo lo que veo es un intento en lo general de mostrar gobiernos activos que están decidiendo, que están actuando después de un periodo donde se percibía una inercia o un bajo activismo de parte de los gobiernos”, dijo.

En ese marco, según el politólogo, es de esperarse que López Obrador y Alfaro mantengan similitudes, como la de tener una especie de competencia en medidas de austeridad, proyectar la imagen de que retoman la batuta y, también, tener una relación tensa con los medios.

Aquí revisamos algunos aspectos que muestran ese parecido.

‘Baños de pueblo’

López Obrador y Alfaro iniciaron sus respectivas gestiones en diciembre pasado: López Obrador el día 1; Alfaro, el día 6. Y ambos también decidieron comenzar con actos multitudinarios: en su toma de protesta, López Obrador encabezó un encuentro en el Zócalo ante miles de personas, mientras que Alfaro estuvo en la Plaza Liberación, una explanada ubicada entre el Congreso local y el Palacio de Gobierno.

Las ‘aplanadoras’ legislativas

Otro punto en común es que los partidos de ambos políticos tienen mayoría en sus correspondientes legislativos —Morena en el plano nacional y MC en el local—, lo que les facilita tomar decisiones y sacar reformas.

En el Congreso de la Unión, la ‘aplanadora’ de Morena ha logrado aprobar temas como las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la llamada ‘Ley Taibo’ y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019.

Dentro del Congreso de Jalisco, MC ha recurrido a esa misma estrategia para impulsar asuntos como modificaciones a la Ley Orgánica del Poder Legislativo y la eliminación del Instituto Jalisciense de las Mujeres, una decisión criticada por activistas en materia de género.

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¿Fiscal carnal?

Los dos gobernantes también comparten haber recibido críticas por promover a personas de sus círculos como fiscales generales, es decir, por caer en una práctica conocida como la del “fiscal carnal”.

A nivel federal, López Obrador propuso al Senado una terna en la que estaban Eva Verónica de Gyves, Bernardo Bátiz y Alejandro Gertz, de los cuales fue elegido este último .

En el ámbito local, la oposición y figuras como el exdiputado independiente Pedro Kumamoto se quejan de que Alfaro y MC hicieron lo mismo. El Congreso jalisciense ratificó como fiscal estatal a Gerardo Octavio Solís, quien fue titular de la procuraduría, delegado de la PGR y gobernador interino, y quien ha sido acusado de permitir violaciones a los derechos humanos. El caso más emblemático es el de la represión a los llamados globalifóbicos que protestaban en la Cumbre de América Latina, El Caribe y la Unión Europea de mayo de 2004.

La “cuarta transformación” y la “refundación”

A nivel federal, López Obrador promete cambios que lleven al país a una “cuarta transformación”, a nivel local Alfaro plantea una “refundación” en la entidad, para la cual ha comenzado a desaparecer algunas instituciones argumentando que esto hará más eficaz el trabajo gubernamental.

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La prensa “fifí” y la prensa “basura”

Otro rasgo en común entre el presidente y el gobernador es que no les gustan los cuestionamientos de la prensa y, ante las críticas, suelen calificar a los medios como “fifí”, en el caso de López Obrador, o “basura”, en el caso de Alfaro.

“Yo quiero ver a todos esos que escriben tantas cosas de mí, al periódico MURAL, al NTR, a Crónica, a todas esas basuras que escriben cosas todos los días denigrando, ofendiendo, atacando, quiero ver qué han hecho ellos”, declaró Alfaro el 2 de junio de 2017, cuando alcalde de Guadalajara.

“Lamento que haya medios que se quieran prestar a ese tema pero ya pasamos esa etapa. Les deseo a los que han hecho de la mentira y la difamación su manera de operar, les deseo suerte”, dijo en julio de 2018.

Austeridad, sueldos y vehículos

Los dos políticos defienden una política de austeridad. A nivel nacional, López Obrador y Morena incluso lograron aprobar una ley de salarios máximos que establece que, salvo excepciones, ningún funcionario puede ganar más que el presidente de la República, aunque tal norma ya enfrenta una serie de impugnaciones legales . A nivel local, Alfaro se ha pronunciado por acabar “con los vicios y abusos” en particular en el Supremo Tribunal de Justicia del estado.

Además, tanto uno como otro han decidido dejar de trasladarse en aeronaves oficiales. López Obrador incluso puso en venta el avión presidencial y viaja en vuelos comerciales. En tanto, Alfaro puso a disposición de la Secretaría de Salud el helicóptero que sus antecesores usaban como transporte.

“(Es) un helicóptero que se usó durante mucho tiempo para que el gobernador se paseara, para que el gobernador, por evitarse unos minutos, se gastara el dinero de los jaliscienses en lujos que hoy no tienen justificación”, dijo al respecto.

Gobiernos… ¿incluyentes?

Un último aspecto en común —hasta ahora— es que los dos gobernantes quieren tener una política de comunicación incluyente, pero llegan a cometer errores.

El presidente incorporó intérpretes en Lengua de Señas Mexicana (LSM) en las transmisiones de sus conferencias de prensa mañaneras, aunque el espacio que se les asigna en pantalla es menor a lo planteado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT): una sexta parte de la pantalla.

El gobernador también tiene un intérprete de LSM para sus mensajes en Facebook y actos públicos, pero cuando hay una transmisión en redes sociales el Poder Ejecutivo estatal en ocasiones ‘olvida’ que, cuando se trata de incluir a las personas sordas, el intérprete debe tener más presencia visual que el funcionario en cuestión.