PUEBLA, Puebla.— Habían pasado pocos minutos desde que Leonel salió de la cocina de su casa para ir a otro cuarto a ver la televisión cuando escuchó un tronido. De inmediato, se asomó al lugar y vio que el espacio donde estaban los invitados a su graduación había quedado bajo lodo, piedras y árboles.
“Lo primero que hice fue sacar a mis primitas, las más chiquitas”, cuenta el adolescente a Expansión Política, horas después de que el deslave en un cerro en Puebla sepultara a varias personas y causara una tragedia .