Georgina De la Fuente
Especialista en elecciones.
@ginadelafuente
Ganó la antipolítica. Se descafeinó un elemento diferenciador de este debate, que era el cara a cara. La ejecución de esta modalidad, en la que las preguntas de las candidaturas fueron planteadas por la moderación en lugar de sostener un intercambio entre ellas fue la cereza sobre un pastel caracterizado por los monólogos y la evasión. Se reforzó una conducta antidemocrática, en la que las candidaturas ni siquiera se reconocieron entre ellas; no se voltearon a ver ni se llamaron por su nombre. Se debe promover lo contrario: un diálogo verdadero, democrático y respetuoso cara a cara y no cara a cámara.
Gabriel Reyes
Exprocurador fiscal de la Federación y miembro de las juntas de la CNBV y de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Fue un empate a cero, nadie realmente anotó. Es claro que en nuestro país no existe la cultura del debate. Lejos de tener agilidad mental, los candidatos recetaron respuestas tiesas y preparadas en el escritorio de algún mercadólogo de confianza. Se repitieron los mismos temas que los medios reportaron lo largo de la campaña. En cuanto a ideas, denuncias y propuestas, el tercer debate fue estéril y una oportunidad desaprovechada para hacer que los indecisos definieran su posición y que, como cada seis años, lo harán frente a la boleta.
Horacio Vives Segl
Licenciado en Ciencia Política por el ITAM y doctor en Ciencia Política por la Universidad de Belgrano (Argentina).
@HVivesSegl
Gálvez tuvo una gran jornada. Aprovechó la motivación que le dio el evento masivo en el Zócalo y replicado en el país y ciudades del extranjero. Su discurso en la Plaza de la Constitución fue potente, convincente y sin fisuras. Impecable y memorable. Tanto ella como el candidato a jefe de Gobierno de su coalición, Santiago Taboada, tuvieron un amplísimo respaldo ciudadano. Dado que los debates son para presentar propuestas e ideas, pero particularmente para ver reacciones ante ataques y críticas y mostrar reflejos, Gálvez se presentó con contundencia y soltura. Fue la que tuvo un mejor desempeño en el tercer debate.
Iván Franco
Fundador y director de la consultora de inteligencia competitiva Triplethree International.
@IvanFranco555
Parece claro que Claudia Sheinbaum mantiene una ventaja amplia y definitiva. La falta de propuestas claras y el desempeño desangelado de los otros candidatos contribuyeron a consolidar su posición. Se esperaba que aprovecharan para diferenciarse y convencer a los indecisos, pero el resultado fue un debate más que no parece cambiar significativamente las preferencias.
En un entorno electoral tan cercano, los votantes merecen más que ideas vagas y ataques sin propósito. Merecen compromisos claros y estrategias detalladas para enfrentar los retos del país. Lamentablemente, este último no cumplió con esas expectativas.
Arturo Espinosa Silis
Fundador y director de Strategia Electoral
@EspinosaSilis
Hubo más debate y contraste. Xóchitl confrontó a Claudia, en algunas ocasiones lo logró, pero en otras le faltó precisión y contundencia. Desaprovechó cerrar con broche de oro uno de los mejores días de su campaña.
Claudia optó por refugiarse en el movimiento del 68 y acudir a los villanos favoritos de la 4T: los expresidentes Fox y Calderon. Se inclinó por culpar a los gobiernos anteriores y a mostrar datos cuestionables o falsos de que lo realizado por la actual administración es perfecto.
El que salió a darlo todo fue Jorge Alvarez Maynez, con ataques puntuales para ambas candidatas, datos claros sobre los temas y propuestas concretas, para mi fue el que tuvo el mejor desempeño.
Carlos Bravo Regidor
Analista político y columnista de Expansión Política,
@carlosbravoreg
Me pareció un debate muy desigual. En general, las propuestas en los distintos temas de política social, inseguridad, migración, política exterior, dejaron mucho que desear. El desempeño de los candidatos fue de claroscuros. La candidata Xóchitl Gálvez fue de menos a más. Claudia Sheinbaum empezó bien, pero terminó floja y Máynez se esforzó mucho por ser el candidato de las propuestas y diagnósticos, pero las otras dos no le hicieron mucho caso, no le dieron bola.
En general, el gran acierto de Sheinbaum fue presumir sus cifras, prometer mucho, y su gran debilidad fue no defenderse de las críticas y de los ataques más contundentes que le hizo Gálvez.