Entre las promesas que enlistó, Sheinbaum incluyó separar el poder político del poder económico, someterse a proceso de revocación de mandato, gobernar con austeridad republicana, principios idénticos a los del presidente López Obrador.
Ofreció –igual que el presidente– “no más condonación de impuestos a grandes contribuyentes”, que “no van a regresar los gasolinazos” y “no más deuda”.
“Nos va a dejar el presidente algunos proyectos para su consolidación”, dijo Sheinbaum.
La candidata de Morena también presentó obras de infraestructura para trabajar en su eventual gobierno; mencionó rutas de trenes de pasajeros, como el AIFA-Pachuca y otros que ya trazó el presidente López Obrador.
Lo mismo hizo en el caso de la línea Aérea Mexicana, que dijo que consolidará; detalló que terminará varios aeropuertos más, que ya están en curso pues fueron iniciados en este sexenio.
"No habrá avión presidencial", ofreció y reiteró que en su gobierno no habrá "Estado Mayor Presidencial", otras dos propuestas de AMLO.
Una diferencia con las políticas del presidente, es que con ella va a “haber una mejora integral del Aeropuerto Benito Juárez”.
En materia energética, puso un matiz; mientras que el presidente ha llevado su sexenio asegurando que no aumentarían las tarifas eléctricas, ella explicó que subirán, pero no por encima de la inflación.
Otros programas que ofreció retomar del actual sexenio son la pensión para adultos mayores, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro y las Escuelas de Educación Pública Superior Benito Juárez, mismas que fortalecerá.
La candidata morenista también lanzó propuestas propias como el prohibir la reelección a partir de 2030 y a todos los niveles, incluído legisladores y alcaldes; también anunció un programa para dar apoyos a las mujeres de más de 64 años consistente en un apoyo bimestral equivalente a Pensión del Bienestar; otro de “Jóvenes unen al Barrio” y un plan para construir 500 mil viviendas para no derechohabientes.
También dijo que echaría a andar un satélite mexicano para contribuir a las comunicaciones, además de obras de infraestructura regionales.
Así, entre acercamientos con las ideas del presidente, como ir a una reforma judicial para elección de jueces y magistrados o una reforma electoral para recortar el gasto de los organismos electorales y elegir en urnas a los consejeros, y distanciamiento de otras, Sheinbaum marcó su propia línea, pero en paralelo a lo trazado por López Obrador.
A diferencia de López Obrador, se pronunció por promover el llamado hidrógeno verde y en materia de salud no incluyó la promesa presidencial de servicio y medicamentos gratuitos para todos, sino que planteó un nuevo programa llamado “Salud casa por casa”.