Explicó que aunque los trabajadores del INE “no tienen la piel sensible” y tampoco “se enganchan” en discusiones, es un hecho que les afectan las agresiones durante los eventos de los partidos cuando asisten a obtener evidencias, pues han recibido expresiones verbales contrarias su persona, a la labor del Instituto e incluso, se les ha solicitado que se retiren del lugar.
“Ahí vienen estos a fastidiar a nuestro candidato”, “Largo de aquí”, “No los necesitamos”, “No queremos vigilantes”, son algunas de las expresiones contra ellos, ejemplificó.
Ramírez Bernal resaltó que el INE no es vigilante de nadie: “Simplemente somos recolectores de evidencias”, detalló.
Sin embargo, insistió, que en ocasiones “militantes apasionados” pueden incurrir en agresiones contra los monitoristas, por ello es importante que existan mecanismos de coordinación partidos-árbitro electoral para acompañarlos en sus recorridos y así “tranquilizar a sus huestes”.
“Son ellos (los partidos), los que pueden tomar una acción más eficaz para evitar este tipo de expresiones. Al final del día, no tenemos la piel delicada, nuestro personal actúa con serenidad, no se engancha en discusiones, pero tampoco vamos a permitir que haya obstáculos o acciones de hostilidad hacia ellos”, remarcó el funcionario del Instituto Nacional Electoral.