Debate de corazón y razón
¿Es posible crecer electoralmente sin atacar el proyecto actual para meter emociones a la campaña?
Nos mueve la emoción de cambiar las cosas, pero si por emoción quiere decir que tenemos que ponernos y agarrarnos como perros y gatos para que eso emocione a la gente, a mí no me interesa acceder a ese tipo de gente porque no es ella la que va a entrar en esta reflexión y yo por eso decía: necesitamos corazón, sí, pero también razón.
En las mesas temáticas que a mi me toca coordinar tenemos que hacer un esfuerzo para regresar a la gente también a platicar de las cosas que sean sensatas.
En la política no hemos coincidido en diagnósticos, no hemos coincidido de cuales son las razones del crecimiento económico, entonces, el esfuerzo de estas mesas también es invitarnos a reflexionar cómo vamos a resolver los problemas y que tratemos de ponernos de acuerdo en el diagnóstico porque solamente si te pones de acuerdo en el diagnóstico de la enfermedad pues puedes tener una receta que haga sentido.
¿Cómo se pondrá de acuerdo un equipo tan plural para hacer el plan de gobierno?
Hacia un México que le vaya mejor hay quienes tienen distintas ideas, pero en los foros no se trata de que estén los más radicales, sino quienes siendo distintos, en la discusión aporten y pueda llegarse a un punto medio, al equilibrio.
¿Y cómo van a contrastar los proyectos que están en juego?
Si contrastamos con los de enfrente, ellos quieren estatismo a toda cosa pese a la mala administración de Pemex, nosotros estamos en contra del monopolio de la generación de electricidad, y queremos un gobierno federalista y no centralista. Estamos en contra de una visión monárquica alrededor de una persona pues somos una república.
Aquí estamos los que pensamos que te puede ir mejor y aquí estamos pensando los que tienes derecho a salir adelante y aquí están los que te están diciendo que no puedes avanzar y que te conformes con lo que te den siempre y cuando votes por mi, sí, son dos visiones de país bien diferentes y las tenemos que contrastar.
Sí son dos visiones de país diferentes, absolutamente y algunos estamos por generar esa idea de que México puede ser mejor y otros te dicen que dos pares de zapatos son suficientes.
¿Cómo están los ánimos dentro del equipo? ¿hay unidad?
Pienso que México ya no tiene un partido que por sí mismo le alcance ganar la mayoría y creo que es bueno porque entonces todos estamos obligados a negociar, a escuchar, buscar los puntos de encuentro. Claro que todos los partidos en la coalición compiten y quieren mantener su identidad.
Sabemos que tenemos que ir juntos pero nadie está planteando que los partidos se fusionen y desaparezcan. Entonces pues sí, sí son jaloneos sí, sí son negociaciones; sí, sí es de verdad a veces sí es el juego de las sillas, porque solo hay una silla.
Lo que no debemos de perder de vista es el objetivo que es ganar porque solamente ganando podemos impulsar estas ideas y políticas públicas que crees que le van bien al país.
¿Es probable que toda esta discusión se opaque en cuanto comiencen los 'jaloneos' por las candidaturas o se vea los líderes encabezando las listas plurinominales?
Espero que las candidaturas se elijan en función de las posibilidades de ganar y que sean presentables, porque necesitamos aumentar nuestra presencia en el Congreso. Pero no es ninguna sorpresa que los dirigentes de los partidos pudieran entrar de plurinominales, seguramente lo serán y no pasa nada.
Es claro que Xóchitl no está favorecida en las encuestas y tuvo un impasse. ¿Ya como equipo están en nuevo arranque para impulsarla?
La percepción es que se perdió este ímpetu, esta fuerza, en parte con el acomodo también de los partidos, también han sido meses justamente de la negociación de las posiciones con gobernadores, con senadurías, diputaciones. Pero también es estrategia también del gobierno estar mandando la señal de que esto ya se acabó y no es así.
Demostramos en la presentación del equipo que hay gente de primerísimo nivel y Xóchitl no está sola, hay tiempo para remontar.