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Una mujer en el poder no garantiza un cambio; hay que exigirles una agenda

En la FIL Guadalajara, politólogas y periodistas celebraron que haya dos mujeres competitivas por la Presidencia, pero alertaron que el género no es suficiente para cambiar la realidad del país.
mar 28 noviembre 2023 09:26 PM
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En la mesa de “Irrupciones y disrupciones: La feminización de la política” del Encuentro Internacional de Gobierno y Sociedad Civil, las panelistas celebraron la competitividad de dos mujeres en la disputa por la Presidencia de la República.

A 70 años del voto femenino en México, es de celebrarse que, por primera vez, dos mujeres, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, estén en la disputa real por la Presidencia de la República, sin embargo, la llegada de una mujer al poder no garantiza por sí misma un cambio en la forma de gobernar, por lo que hay que exigirles una agenda que contemple trabajar en empoderar a las mujeres, coincidieron politólogas, políticas y periodistas durante la Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara.

En la mesa de “Irrupciones y disrupciones: La feminización de la política” del Encuentro Internacional de Gobierno y Sociedad Civil, la politóloga Denise Dresser aseguró que una mujer puede encabezar un gobierno como “cualquier dictador”.

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“Existe esta idea fantasiosa de por fin llega una mujer y esa mujer por ser mujer va a necesariamente gobernar de manera más consensual, va a diseñar mejores políticas públicas, va a ser más democrática, cuando no es así. La historia nos enseña que hubo una Margaret Thatcher que instrumentó un neoliberalismo brutal que cercenó derechos, que hubo una Imelda Marcos que coleccionó miles de zapatos mientras su esposo ejercía un gobierno autoritario, hoy Rosario Murillo en Nicaragua es mujer y hay mujeres que pueden ser tan desfachatadas como cualquier dictador”, afirmó la analista y politóloga.

Dresser consideró que de no impulsar una agenda en favor de las mujeres, tanto Sheinbaum como Gálvez corren el riesgo de no tener una Presidencia disruptiva.

“Me desconsuela pensar que si Claudia Sheinbaum simplemente calca o copia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no será una presidencia disruptiva o transformadora para las mujeres. Si Xóchitl Gálvez reproduce la militarización de Felipe Calderón, de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador no será un extraordinario ejemplo para nuestras hijas, mi fe está puesta en otras mujeres no necesariamente las del poder político”, señaló.

Por ello, consideró que ahora que a la Presidencia de la República puede llegar una mujer, es momento de exigirles una agenda en pro del género.

“Estemos seguras de que van a ser congruentes de que van a empoderar a otras mujeres, y que no van a ser piedra en el zapato o terminarlas por colocar en una situación de mayor vulnerabilidad”, enfatizó.

Martha Tagle, exsenadora de Movimiento Ciudadano, coincidió en que a las dos mujeres que se disputan la Presidencia de la República se les debe exigir una agenda de compromisos para la igualdad, para cambiar la realidades y enfrentar la violencia, aunque dijo, esa exigencia debe extenderse a los hombres.

“La transformación no puede ser sin las mujeres, sin las causas de las mujeres, sin la vista de las mujeres”.
Martha Tagle, exsenadora de Movimiento Ciudadano.

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Sheinbaum, Gálvez y la agenda de género

Si bien en México mujeres como Patricia Mercado, Cecilia Soto y Rosario Piedra disputaron la Presidencia, en la elección de 2024 la participación femenina no será testimonial, pues Sheinbaum y Gálvez son altamente competitivas rumbo a la contienda presidencial.

Las panelistas plantearon su preocupación porque la agenda de género quede fuera a pesar de que las candidatas punteras son mujeres.

Jaina Pereyra, especialista en discursos, consideró que Claudia Sheinbaum en su aspiración a ser la candidata presidencial acalló su voz de feminista.

“No he visto a esa científica, a esa mujer de izquierda, que la calificaría de feminista, en el gobierno de la Ciudad de México, al revés, creo que estratégicamente ha sabido acallar su voz para parecer la más cercana al presidente”, subrayó.

Katia D´Artigues, periodista y activista, recordó que cuando las mujeres llegaban a un cargo público solían ser las “mamás en el poder” y se olvidaban de ser ellas, por lo que ahora que hoy la pregunta es: ¿Qué tanto Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez son ellas?

“¿Qué tanto están quedando de 'quedabien' con sus respectivos hombres, partidos, equipos?, ¿qué tan ellas son ellas?”, cuestionó .

Calificar por sus errores, no por los hombres cercanos

La periodista Peniley Ramírez conideró que a una mujer no se le debe descalificar por el hombre al que están cercanas, sino por los errores que ellas cometen y cómo ejercen el poder.

“Juzguémoslas por su propia actuación, por su ejercicio del poder... Un paso que tenemos que dar es creernos que estamos en el poder, tenemos muchas otras batallas por ganar, pero tenemos que ser juzgadas sin infantilismos, respecto a las cuotas que ya tenemos, que ya estamos ejerciendo. Así como no debe haber mamás en el poder, no debe haber un tratamiento infantilista de las mujeres que ya están en el poder”, consideró.

Sobre la violencia de género, Denise Dresser alertó que ésta es usada por algunos políticos para no rendir cuentas,y desde la autoridad se suele banalizar y trivializar un instrumento que es fundamental para proteger a las mujeres.

Puso como ejemplo la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación mediante la que determinó que ella ejerció violencia política de género en contra de la diputada morenista, Andrea Chávez.

“Quizá mis palabras fueron criticables, fueron imprudentes, a veces soy imprudente, cometemos errores, pero creo que eso no merece la intervención de la autoridad electoral”, expresó.

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