Unidad vs división
Javier Rosiles Salas, politólogo e investigador en la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán de Ocampo (UCEMICH) coincide respecto al valor real de los acuerdos de unidad entorno a Morena:
“Hay que considerar que las explosiones mediáticas por llamarles de alguna manera, no garantizan necesariamente votos”, indica.
Para él, hay un “aglomeramiento de estructuras” que se explica, por ejemplo, en Yucatán, por la debilidad electoral que tiene Morena, de ahí que eche mano de personajes del PRI o el PAN.
Pero en cambio en otras entidades los acuerdos de unidad podrían ser, incluso, contraproducentes.
Por ejemplo, el 23 de septiembre cuando en Sinaloa se pactó con diputados, exdirigentes y exacaldes que renunciaron al PRI, en realidad esa renuncia de priístas pasó a segundo término: lo que destacó fueron las rechiflas contra los nuevos aliados, pero sobre todo la reacción de Sheinbaum, la coordinadora morenista.
Los abucheos fueron dirigidos a los reclutados, pero también a la estrategia de Morena: recoger perfiles, algunos de ellos ya en desgracia, o cuestionados.
Uno de los casos es el de Fernando Pucheta, exalcalde de Mazatlán, quien aspira de nuevo al cargo ahora por Morena y contra el que, junto con sus exfuncionarios, se presentaron en 2021 al menos, 40 denuncias ante el Ministerio Público y la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
O el exlíder del PRI en el estado y exalcalde de Culiacán, Jesús Valdés Palazuelos, también denunciado en 2021 por presunto peculado y ejercicio indebido de atribuciones.
Pero Sheinbaum entró a la defensa de los nuevos aliados, a los que prácticamente dijo, hay que perdonar su pasado.
“¿Me van a escuchar sí o no?”, dijo una y otra vez una Sheinbaum molesta por el alud de protestas de los morenistas asistentes al Centro de Eventos FigloSTASE, que así rechazaron a los extricolores.
“Más vale abrir la puerta que cerrarla siempre y hacernos cada vez más chiquitos”, les explicó la exjefa de gobierno, quien apeló a Andrés Manuel López Obrador –quien también reclutó expriístas siendo líder perredista– y a la religión –que permite el arrepentimiento–, con tal de acallar las protestas.
Al día siguiente, 24 de septiembre, la escena se repitió en el Auditorio Guelaguetza, en Oaxaca, cuando se anunció la incorporación del expriísta Eviel Pérez Magaña, excandidato a gobernador y exsenador por el PRI.
El especialista Rosiles Salas recuerda que las estrategias de hacer "sumatorias" tienen un efecto positivo en cuanto a hacerse de fuerza territorial de personajes con influencia local, pero también puede haber rechazo interno y por eso “hay gente que se molesta cuando se meten personajes como Eviel y hay abucheos y rechiflas”.
En la entidad, altamente conflictiva para los partidos en general, el efecto dentro de Morena está aún por verse si es que perfiles morenistas son desplazados. Existe esa posibilidad, pues cinco de los diez diputados de Morena por Oaxaca mantienen su apoyo a Marcelo Ebrard y se han integrado a su asociación civil El Camino de México.
“La unidad es el respeto nada más, nosotros no nos sumaríamos (a los acuerdos de unidad) porque no estamos provocando la desunión” ha declarado el diputado marcelista y oaxaqueño, Daniel Gutiérrez.