Los politólogos resaltan estos aspectos en su análisis: se trata de un mandatario con 60% de aprobación ciudadana, el político más votado en la historia reciente, un personaje que a diario hace campaña a favor de su proyecto y con una política social traducida en más de 25 millones de beneficiarios de programas sociales.
Miguel Tovar, analista político y socio de Alterpraxis lo dice sin rodeos: “Sin estar en la boleta, el candidato a vencer es el presidente López Obrador”.
A 264 días de la jornada del 2 de junio, ya hay dos mujeres perfiladas por la continuidad o alternancia: por Morena será Claudia Sheinbaum y por PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez. Y en este duelo, los analistas consultados sostienen que el presidente no dejará sola a su candidata y utilizará todo su poder.
“Se asemeja mucho a este evento político histórico que fue el Maximato en la medida en la que el presidente sigue teniendo un poder muy importante y una capacidad de influencia importantísima en todos los niveles del partido y en la gran mayoría de los espacios del gobierno federal. El margen de maniobra que tiene el presidente López Obrador es muchísimo, es uno de los presidentes con mayor poder en los últimos 30 años”, resalta Tovar.
A los 56 meses de gobierno, López Obrador goza de un respaldo ciudadano de más del 65%, de acuerdo con la encuesta de encuestas de Oraculus. Esta aprobación es similar a la de Ernesto Zedillo (65%), es mucho mayor a la de Enrique Peña Nieto (23%), Felipe Calderón (58%), y Vicente Fox (56%).
“La base social lopezobradorista es muy amplia, es una base social cautiva, digamos, por los programas sociales, por los apoyos a las personas adultas, a jóvenes, etcétera. Será muy difícil competir contra todo eso”, explica Rafael Morales, analista político y director de Gurú Electoral.
Efrén Arellano, catedrático de la UNAM, sostiene que el gran beneficiario de la política social implementada en este gobierno sea el propio presidente.“El manejo comunicacional de estas acciones ha llevado a que el presidente sea el beneficiario directo. En comunicación decimos: es tan importante hacer las cosas como anunciar las cosas”, sostiene.
Aunque pasó de opositor a ser jefe de Estado, especialistas afirman que el presidente no ha dejado de hacer campaña, por lo que ahora que existe una posibilidad de que su proyecto esté en riesgo, sin dudarlo, será el jefe de campaña de Sheinbaum.
“Un hombre tan político como él, tan controvertido, con el privilegio por el megáfono y por estar comentando de manera recurrente, le puede ser incómodo a la propia candidata de Morena. López Obrador no se va a callar, va a ser muy activo, va a ser la campaña extendida de López Obrador. Por eso, cualquier candidato de oposición, debería de apuntar la mayor cantidad de baterías hacia el presidente”, dice Tovar.