La candidata
En 2006 participó en su segunda elección y ganó la senaduría por el estado de México en la elección federal en la que López Obrador perdió la presidencia, y lo acompañó a buena parte de sus protestas pos-electorales.
En 2010, casi fue designada otra vez candidata del PRD al gobierno mexiquense, pero para entonces ya existía un distanciamiento entre López Obrador y los dirigentes de ese partido, los “chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes impulsaron una alianza incluso con Acción Nacional (PAN) en el estado, a lo que se opuso López Obrador.
El tabasqueño quiso nominar a Polevnsky como candidata, en un evento y a mano alzada. “A la fuerza ni los zapatos entran”, rechazó Ortega, quien presidía al PRD. “Andrés Manuel no es el dueño del partido, ni Yeidckol es la hija del dueño del partido”, dijo Zambrano.
López Obrador llevó por 125 municipios de la entidad el mensaje de rechazo a esa alianza y amagó con postular candidato sólo por el PT, partido que rechazó a Polevnsky. Al final el abanderado fue Alejandro Encinas por PRD-PT y Convergencia.
Con AMLO a Morena
Esta disputa con “Los Chuchos” llevó finalmente a AMLO a construir, aun siendo del PRD, su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y en 2014 convertirlo en partido, del que Polevnsky fue fundadora.
Ella fue electa su segunda secretaria general en noviembre de 2015, y cuando López Obrador, entonces dirigente nacional morenista dejó ese cargo para ser precandidato presidencial, el 12 de diciembre de 2017, heredó a Polevnsky el mando del partido.
Tras el triunfo presidencial de López Obrador en 2018, el periodo de Polenvsky como secretaria se alargó más de los tres años estatutarios y duró cinco años, en que prácticamente fungió como dirigente morenista única.
Pero enfrentó problemas para conducir a Morena, pues un sector duro de ese partido se lo impidió.
Durante años una parte de los secretarios del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) dejaron de acudir a las convocatorias a reunión para impedir quórum y por tanto la toma de decisiones, y algunas de las que tomaba como secretaria fueron objetadas por el Consejo Nacional morenista, dirigido por Bertha Luján.
Ese sector radical morenista “secuestró”, según Polevnsky, el padrón del partido para impedir su actualización y mantenerlo cerrado. Siendo lideresa acusó que mucha "sabandija" entró a Morena, al ganar las presidenciales de 2018.
En ese escenario la exempresaria y su grupo intentaron elecciones internas para renovar órganos, pero fueron boicoteadas y finalmente anuladas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), entre otras razones por casos de violencia –incluso armada- y otras irregularidades, como carecer de padrón actualizado.
Polevnsky y Luján buscaron competir por la dirigencia nacional, pero el proceso quedó inválido. Al final el TEPJF dio luz verde a una convocatoria a proceso interno emitida por el Consejo, y de este quedó Alfonso Ramírez Cuéllar.
Los escándalos
A fines de 2019, Polevnsky acordó la devolución al erario del 50% del financiamiento público correspondiente a Morena, que ya para entonces rondaba más de 1,500 millones de pesos, e invirtió recursos millonarios en la compra de inmuebles para que ese partido dejara de pagar rentas.
Pero cuando en 2020 asumió Ramírez Cuéllar la presidencia partidista, denunció a Polevnsky ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presunto daño patrimonial y lavado de dinero, sin esperar resultados de una auditoría externa sobre el manejo de las finanzas morenistas en la gestión de Polevnsky.