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¿Quién es Yeidckol Polevnsky, la morenista que busca sumarse a la encuesta?

En redes sociales morenistas detractores acusan a Yeidckol Polevnsky de "hacer el juego" a Marcelo Ebrard -a quien expresó respaldo-, pero ella insiste en que tiene derecho a competir.
mié 14 junio 2023 08:05 PM
Yeidckol Polevnsky
Yeidckol Polevnsky dirigió a Morena después de que AMLO dejó el cargo.

Yeidckol Polevnsky sorprendió a propios y extraños el martes 13 de junio, al solicitar licencia como diputada federal para inscribirse como aspirante a ser la coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación en el proceso interno de Morena rumbo al 2024.

Es una empresaria que presidió al organismo cúpula de los industriales del país y de ahí transitó al activismo político, pero su historia tiene halos de misterio y detalles poco conocidos.

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A la política de la mano de AMLO

Polevnsky reside desde hace décadas en el Estado de México, entidad que buscó gobernar en 2005 como candidata externa de una coalición formada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).

Esa postulación fue impulsada por el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador. En ese entonces él era jefe de gobierno de la ciudad, y ella presidenta nacional de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) 2002-2004, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo.

En ese entonces ella promovió ante el gobernante las ventajas de realizar compras nacionales para sus mega obras, y su perfil empresarial contrastaba con una visión nacionalista, casi de izquierda.

Tras perder la elección mexiquense frente a Enrique Peña Nieto, Polevnsky fue candidata al Senado al año siguiente y ocupó su primer cargo legislativo en 2006.

Su pasado

En 2005, en medio de la disputa por la gubernatura, salieron a relucir tres actas de nacimiento y su verdadero nombre, Citlali Ibáñez Camacho, y tuvo que salir a explicar en conferencia de prensa por qué el cambio de identidad.

Sostuvo que siendo una niña de 12 años quedó embarazada de su primer hijo y su madre, para protegerla a ella y a su hermana -además de evitar que su padre, del que se había divorciado, se las llevara- les cambió de nombre.

A ella la llamó Yeidckol -en hebreo también se escribe Jacol, Jeicol, Jacolm y es indistinto para hombres o mujeres y significa llamado de Dios-, y le puso apellidos de origen polaco: Polenvksy Gurwitz.

Según el acta con el nombre de Polvensky, es originaria de Mexicali, Baja California, pero Citlalli nació en el Distrito Federal. Sus dos hermanas no cambiaron su nombre.

La empresaria

Polevnsky empezó como comerciante a edad temprana y según ella misma, aún siendo una niña de 13 años se le ocurrió vender huevo, cuando estaba en la secundaria.

Ella y su familia se mudaron a la Ciudad de México, en donde estudió Sicología y luego una maestría en Sicología Industrial, ambas en la Universidad Anáhuac.

Con estudios truncos su primer cargo registrado lo ocupó a los 25 años y durante una década, de 1983 a 1994, cuando fue directora de planeación y relaciones públicas en Industrias Margolis de México, S.A. del empresario Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol.

Por esos años también fue directora de planeación y comercialización en la fábrica de pinturas El Águila (1987-1992) y entonces se hizo integrante de la Canacintra, que llegó a presidir diez años después, de 2002 a 2004, cargo en el que conoció a López Obrador.

Su carrera en el ramo industrial no registra movimientos desde que en 2005 se pasó a la política.

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La candidata

En 2006 participó en su segunda elección y ganó la senaduría por el estado de México en la elección federal en la que López Obrador perdió la presidencia, y lo acompañó a buena parte de sus protestas pos-electorales.

En 2010, casi fue designada otra vez candidata del PRD al gobierno mexiquense, pero para entonces ya existía un distanciamiento entre López Obrador y los dirigentes de ese partido, los “chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes impulsaron una alianza incluso con Acción Nacional (PAN) en el estado, a lo que se opuso López Obrador.

El tabasqueño quiso nominar a Polevnsky como candidata, en un evento y a mano alzada. “A la fuerza ni los zapatos entran”, rechazó Ortega, quien presidía al PRD. “Andrés Manuel no es el dueño del partido, ni Yeidckol es la hija del dueño del partido”, dijo Zambrano.

López Obrador llevó por 125 municipios de la entidad el mensaje de rechazo a esa alianza y amagó con postular candidato sólo por el PT, partido que rechazó a Polevnsky. Al final el abanderado fue Alejandro Encinas por PRD-PT y Convergencia.

Con AMLO a Morena

Esta disputa con “Los Chuchos” llevó finalmente a AMLO a construir, aun siendo del PRD, su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y en 2014 convertirlo en partido, del que Polevnsky fue fundadora.

Ella fue electa su segunda secretaria general en noviembre de 2015, y cuando López Obrador, entonces dirigente nacional morenista dejó ese cargo para ser precandidato presidencial, el 12 de diciembre de 2017, heredó a Polevnsky el mando del partido.

Tras el triunfo presidencial de López Obrador en 2018, el periodo de Polenvsky como secretaria se alargó más de los tres años estatutarios y duró cinco años, en que prácticamente fungió como dirigente morenista única.

Pero enfrentó problemas para conducir a Morena, pues un sector duro de ese partido se lo impidió.

Durante años una parte de los secretarios del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) dejaron de acudir a las convocatorias a reunión para impedir quórum y por tanto la toma de decisiones, y algunas de las que tomaba como secretaria fueron objetadas por el Consejo Nacional morenista, dirigido por Bertha Luján.

Ese sector radical morenista “secuestró”, según Polevnsky, el padrón del partido para impedir su actualización y mantenerlo cerrado. Siendo lideresa acusó que mucha "sabandija" entró a Morena, al ganar las presidenciales de 2018.

En ese escenario la exempresaria y su grupo intentaron elecciones internas para renovar órganos, pero fueron boicoteadas y finalmente anuladas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), entre otras razones por casos de violencia –incluso armada- y otras irregularidades, como carecer de padrón actualizado.

Polevnsky y Luján buscaron competir por la dirigencia nacional, pero el proceso quedó inválido. Al final el TEPJF dio luz verde a una convocatoria a proceso interno emitida por el Consejo, y de este quedó Alfonso Ramírez Cuéllar.

Los escándalos

A fines de 2019, Polevnsky acordó la devolución al erario del 50% del financiamiento público correspondiente a Morena, que ya para entonces rondaba más de 1,500 millones de pesos, e invirtió recursos millonarios en la compra de inmuebles para que ese partido dejara de pagar rentas.

Pero cuando en 2020 asumió Ramírez Cuéllar la presidencia partidista, denunció a Polevnsky ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presunto daño patrimonial y lavado de dinero, sin esperar resultados de una auditoría externa sobre el manejo de las finanzas morenistas en la gestión de Polevnsky.

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Esto por la compra de los inmuebles y remodelaciones por 2,000 millones de pesos, con lo que presuntamente se favoreció a un grupo empresarial, además de obras supuestamente inexistentes y sobrecostos de los inmuebles.

El 8 de diciembre de 2021, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHyJ) de Morena decidió sancionar a Polevnsky con pérdida de derechos partidarios durante seis meses por supuesta “rebeldía”, pues desatendió citatorios para aclarar la situación, pero ella argumentó que rindió informes por escrito y entregó documentación.

El 12 de enero, Polevnsky recuperó sus derechos partidarios como militante de Morena, por sentencia del TEPJF.

Para ella “Ramírez Cuéllar es de lengua larga, muy fácil de lanzar acusaciones sin tener elementos”.

Aun siendo dirigente de Morena, en octubre de 2019 la organización Fundar dio a conocer datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT), según los cuales Polevnsky, entre otros personajes, aparecieron en la lista de contribuyentes beneficiados con condonaciones fiscales entre el 2007 y el 2015.

Ella aseguró que todo fue error de su contador. El caso detonó en medio de otra contienda interna en la que buscó la dirigencia nacional de Morena.

Siendo aún senadora detonó un escándalo cuando emitió un voto en contra del aumento de impuestos al tabaco, luego de que se supiera que su hija Shirley Almaguer Camacho era empelada de la tabacalera American Tobacco México (BAT), de las marcas de Kent, Viceroy y Montana.

¿Apoya a una corcholata?

Apenas hizo pública su intención de registrarse en la contienda interna de Morena y militantes de ese partido la criticaron en redes sociales, al acusarla de anotarse para favorecer al también aspirante Marcelo Ebrard y para quitarle a la aspirante Claudia Sheinbaum el carácter de única aspirante mujer.

Esto porque cuando Ebrard anunció su intención de registrarse, Polenvsky lo respaldó. Es decir, no apoya a Claudia Sheinbaum en la contienda interna en la que prácticamente se elegirá la candidatura presidencial morenista, y cuyo coordinador de campaña en esa disputa es el exlíder de Morena Ramírez Cuéllar, quien la denunció ante la FGR.

El 6 de junio, cuando el canciller anunció su renuncia, la morenista publicó en Facebook “en un acto de congruencia y valentía política, el canciller Marcelo Ebrard renuncia a su cargo para defender el proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador el camino a la elección de 2024”.

El pasado jueves 8, colocó un mensaje en Twitter, acompañado de un video donde Ebrard expone su perfil como el mejor para buscar la presidencia. “Sin duda, requerimos una persona con determinación, actitud, experiencia y madurez para la continuidad en el proyecto”.

Sin embargo en entrevista reviró que quienes dicen promover paridad de género la critiquen. “Si queremos paridad no deberían cancelar el derecho de las mujeres a participar, es más deberíamos ser la mitad de aspirantes mujeres”.

¿Podrá competir?

Aunque la convocatoria a proceso interno marca que la invitación es a un máximo de seis aspirantes –ella sería la séptima-, argumentó que como militante cualquiera tiene derecho a participar en el proceso y ella conoce como pocos a la cuarta transformación.

Dijo que podría recurrir al TEPJF en caso de que se le niegue el derecho a competir.

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