Y precisa que para el pleno desarrollo del mecanismo que ha sido utilizado en los comicios locales de 2019-2020, 2020- 2021 y los de 2020-2022, tendría que hacerse una modificación legislativa de gran calado.
La consejera Ravel Cuevas responde al planteamiento de si la urna electrónica disminuiría costos: "No, te lo digo así con esa contundencia. No. Es una falacia señalar que hay una disminución de costos".
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Expone que en marzo pasado el INE hizo una licitación pública. El costo unitario menor fue de 73,245 pesos y el más alto de 209,663 pesos. “Si multiplicamos ese monto por el número de casillas que instalamos en 2021 que fue de más de 161,000 casillas da un monto muy considerable. Da 11,000 millones de pesos”, indica.
Ello, sin considerar que se debe tener urnas de respaldo, las bodegas para guardarlas, su actualización, entre otros.
Además, en el país solo hay 2,855 urnas; sin embargo, tienen diferente software.
"Cuando hablamos de confianza a través de urna electrónica ... (hay que considerar) en primer lugar que la gente sigue acudiendo a las casillas y puede emitir su voto en secrecía y libertad", expresa.