Los factores de riesgo
De acuerdo con Etellek, para el proceso electoral de este año había cinco elementos que representaban un foco de riesgo para la violencia política:
Competir por un cargo municipal. La estadística revela que el 80% de las víctimas competía por una presidencia municipal, regiduría o diputación local.
Divisiones intrapartidistas. Al no pactar con el crimen: rupturas internas entre partidos y disputas de cárteles dominantes son dos factores de riesgo.
Oposición a gobiernos estatales. Contender por un cargo de elección popular desde la oposición, también es un factor y así lo demuestran las estadísticas. En las elecciones de 2021, el 90% de los aspirantes y candidatos era de oposición a los alcaldes de sus municipios.
Campañas en ciudades inseguras: En ciudades con mayor violencia homicida del país, la seguridad de los candidatos está más expuesta.
¿Cuál es el papel del narco?
De acuerdo con Etellek, los cárteles del narcotráfico sí tienen un papel en los procesos electorales. Si bien no intentan poner o quitar candidatos, sí optan por ofrecer apoyo a quienes encabezan las preferencias electorales con el propósito de alcanzar un pacto con quien resulte electo.
Víctor Antonio Hernández, coordinador del diplomado en Seguridad Nacional de la Ibero Puebla y miembro del Centro de Análisis e Investigación sobre Paz, Seguridad y Desarrollo Olof Palme y de la Red Nacional de Inteligencia, afirma que cuando hay una elección el crimen también “vota”.
“Siempre que hay proceso electoral, sobre todo desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico, la delincuencia vota, los empresarios votan, hay una multitud de grupos de interés legítimos y algunos al margen de la legalidad que a través de la extorsión, de la intimidación, y del homicidio buscan alterar el resultado electoral”, explica.