Las modificaciones son a los artículos 4 y 27 de la Constitución para declarar el maíz como “elemento de identidad nacional” y establecer que el cultivo de debe ser libre de modificaciones genéticas producidas con técnicas transgénicas.
“México es centro de origen y diversidad del maíz, que es un elemento de identidad nacional, alimento básico del pueblo de México y base de la existencia de los pueblos indígenas y afromexicanos. Su cultivo en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas producidas con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación, como los transgénicos”, se menciona en la reforma.
También se menciona que el Estado fomentará los cultivos tradicionales con semillas nativas, en especial el sistema milpa para el óptimo uso de la tierra libre de cultivos de maíz genéticamente modificado.
Se establece en los artículos transitorios que el Congreso de la Unión tiene un plazo de 180 días, contados a partir de la entrada en vigor de ese decreto, para armonizar el marco jurídico de las leyes en la materia.
En la exposición de motivos se menciona que México alberga la más amplia diversidad de cultivo representada por 59 razas de maíces nativos y sus parientes silvestres, que a lo largo de su proceso de domesticación se han adaptado a cada región.
“La diversidad de maíces nativos y sus parientes silvestres en México representan un acervo genético invaluable e insustituible que es fundamental para la agricultura y la seguridad alimentaria mundial; por ejemplo, la diversidad genética de cultivos mexicanos pueden brindar respuestas a retos ambientales y fitopatológicos de los cultivos, como lo han hecho en el pasado”, se menciona en la iniciativa que fue enviada a la Cámara de Diputados.