“Existió un ambiente generalizado de premura. En algunos congresos hubo discusión, mientras que en otros se procedió directamente a la votación. Destaca el caso de Oaxaca, donde la sesión duró solo seis minutos. La eficiencia con la que se aprobó la reforma demuestra la robustez de la coordinación de Morena a nivel local”, sostiene.
Strategia Electoral destacó que Morena evidenció ser más fuerte aún en los estados, donde la reforma pasó sin discusión, en tanto que también fue en las entidades en donde la oposición reveló más debilidades, pues los partidos adversarios a Morena y aliados se fracturaron.
Así, fue posible que el cambio constitucional prosperara, incluso con votos de la oposición, que fue de forma divida en los Poderes Legislativos de los estados de Colima, Ciudad de México, Durango, Guerrero, Estado de México, Michoacán, San Luis Potosí, Sonora y Tamaulipas.
Como caso especial destacó Durango, entidad gobernada por el Revolucionario Institucional (PRI), partido que en el Congreso federal votó en contra, pero en la Cámara de Diputados de esa entidad “votó a favor, acción que fue aplaudida por el gobernador Esteban Villegas, porque no generaría conflictos en la relación del estado con la Presidencia de la República”.
Así, entre sus conclusiones, la consultora menciona que el proceso de aprobación de la reforma judicial “es destacable por su rapidez y por la firme determinación de las y los legisladores del oficialismo de aprobarla lo más pronto posible, aún a pesar de protestas por parte de la sociedad civil que, en contados casos, llegaron a ser violentas y disruptivas.