Pero el economista y exdiputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Saúl Escobar planteó que no se trata de confrontación de sectores.
“No se trata de una discusión entre patrones explotadores y sindicatos abusivos” y pidió un nuevo pacto social, pues en su concepto las Mypimes sí serían beneficiadas de la reducción de jornada laboral.
Por ejemplo, cuando se reguló la subcontratación se dijo que habría millones de despidos, se reguló y no los hubo, recordó, al pedir a la iniciativa privada no ir “con la mentalidad de decir no a todo, no porque nos va a afectar, no porque vamos a quebrar, no porque vamos a aumentar los precios”, pidió el economista.
La reducción de la jornada laboral va a crear más empleos, aseguró:
“Lo más probable es que contraten a más trabajadores para satisfacer sus necesidades de producción. Y las Mypimes son más flexibles y se pueden adaptar mejor a las condiciones del mercado laboral”, argumentó.
"Si la economía crece al aumentar el empleo y la producción, las Mypimes van a aumentar sus ventas y eso compensará las mayores costos laborales que puede tener por la contratación producto de la reducción de la jornada laboral, esa es la experiencia de países latinoamericanos”, planteó.
Yolanda Armendáriz Vázquez y Mario Mendoza, ambos con especialidad en siquiatría, plantearon que el exceso de trabajo trae consigo estrés, suicidios, burnout y la nueva tabla de enfermedades del trabajo ya incluye esos males por lo que las empresas tendrían que hacerse cargo de ello.
Armendáriz, incluso, consideró que lo ideal sería trabajar 6 horas al día.
José Luis Carazo Preciado, vocero del sector obrero ante la Comisión Nacional de Salario Mínimos (Conasami) dijo que hay 295,000 empresas con un trabajador que no se verían impactadas por la reforma, por lo que “no sólo no afectaríamos a las Mipymes (sino que) no hay nada peor para una que un mercado interno deprimido, lo mejor es fortalecer los ingresos de los mexicanos para poder fortalecer a las Mipymes no existe una fórmula diferente”.