De acuerdo al ISSFAM, el “monto nominal anual, sin horizonte de tiempo definido” sería de 2 millones 938,881.24 pesos por concepto de haber de retiro y de 11 millones 898, 961.81 pesos anuales por concepto de seguro de vida militar.
Sin embargo, la iniciativa establece que la reforma “ representará un ahorro económico para la Sedena toda vez que resulta más conveniente optimizar los recursos para motivar la permanencia de las y los especialistas que participan en operaciones, que formar a personal de nuevo ingreso “.
De acuerdo al documento. formar un piloto aviador cuesta en promedio 6 millones 945, 810 pesos en cuatro años y un ingeniero militar 2 millones 496, 885 pesos en seis años.
Y las deserciones son miles, aunque no menciona sólo pilotos. “De 2019 a 2022 se dieron de baja 8,598 oficiales y personal de tropa en el Ejército, 2,775 de las cuales sucedieron por deserción”.
Además, en el mismo periodo se presentaron 5,823 bajas por solicitud –no se menciona el rango o especialización de ese personal– y con ello el “adiestramiento especializado y capacitación, experiencia operativa técnica y administrativa acumulada se perdió cuando causaron baja”, indica el presidente en su propuesta.
¿Qué cambiaría con la ley?
Actualmente la Ley para la Comprobación, Ajuste, Cómputo de Servicios en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos ya establece que se “abonará doble tiempo al personal militar que se encuentre en campaña”.
Pero la iniciativa explica que la legislación no menciona que el personal militar actualmente se encuentra en operaciones en materia de seguridad pública y seguridad interior, así como en actividades de apoyo a la población civil y operaciones de paz, de ahí la propuesta.
Algunas de las “operaciones” que pueden ser consideradas en el beneficio son “operaciones para la paz y la seguridad”, “erradicación intensiva “, “intercepción terrestre”, asignación en “puestos militares de seguridad estratégicos y fijos, móviles y regionales”, apoyo a Petróleos Mexicanos en el plan conjunto del gobierno de la República para combatir el robo de hidrocarburos.
También se incluye como un ejemplo de operaciones de riesgo o que ameritan el beneficio la participación en instalaciones de la Agencia Nacional de Aduanas de México, donde personal militar “desempeña cargos y labores en los recintos fiscales“, o incluso el ser asignado al Plan DN-II-E, “en actividades que pongan en riesgo su integridad física (sismos, desastres, derrame de líquidos e inundaciones).