La postura del presidente Andrés Manuel López Obrador de poner en "pausa" la relación México-España fue respaldada por los líderes de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, y en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, debido a los posibles abusos de empresas de ese país en territorio mexicano.
"(La declaración) no implica ruptura, sino un llamado de atención a presuntos abusos de empresas extranjeras privadas", dijo Monreal este miércoles.
Mier aseguró que, así como en la época de la conquista española las encomiendas consistían en llevarse el oro y la plata de México, ahora hay que "acabar con las encomiendas que le generan daño al país".
"En materia eléctrica, empresas españolas fueron favorecidas y hay que quitarse esa esclavitud", dijo el diputado.
En contraste, el senador Germán Martínez consideró "ridículo y poco razonable" el llamado del presidente, pues son españolas las firmas que construyen un tramo del Tren Maya.
Además, señaló que el mismo día "que le echa bronca al gobierno de España, ese mismo día, le toma dictado al gobierno de los Estados Unidos, el mismo día que llama a 'coger gachupines', ese mismo día recibe con honores a John Kerry".
El senador panista Damián Zepeda estimó que el asunto busca quitar el foco de atención al hijo mayor del mandatario federal, José Ramón López Beltrán, por un posible conflicto de interés por el hecho de que él y su esposa, Carolyn Adams, vivieron en una casa de un directivo de una empresa contratista de Petróleos Mexicanos.
"El presidente es el rey de la comunicación, y evidentemente está tratando de distraer la atención pública y lo va a estar haciendo recurrentemente, vamos a estar viendo decisiones raras, explosivas, tratando de virar la discusión pública", dijo Zepeda.
De parte del gobierno de España, la cancillería de ese país señaló que está revisando las declaraciones del presidente López Obrador.
