El grupo parlamentario reclamó “a pesar de que la diputada se identificó, la manera de proceder de los policías estuvo alejada de cualquier protocolo; ignorando incluso el fuero constitucional al que tienen derecho las y los legisladores federales.
“En su lugar, la intimidación y el uso desmedido de la fuerza dieron como resultado que tanto la diputada como su familia fueran aprehendidos y golpeados, incluso ya dentro de la unidad de traslado”.
Hasta la noche del martes la legisladora y familiares permanecían en la agencia del Ministerio Público. Según la versión de la legisladora, el conflicto inició pues trató de mediar cuando unos policías revisaban de forma irregular documentación vehicular de unos ciudadanos.