El timbre de la Escuela Secundaria Técnica No. 53 Adolfo López Mateos, en Iztapalapa, sonó a las 13:45 horas como cada tarde para dar la bienvenida a los alumnos del turno vespertino. Pero esta vez fue distinto, ya que un moño negro en la puerta principal, rostros tristes y decenas de personas con veladoras y flores blancas ilustraron el exterior del plantel educativo para rendir homenaje a Eduardo Noé García Morales, profesor de matemáticas que perdió la vida en la explosión de una pipa con 49,500 litros de gas LP en el puente de La Concordia.
Alumnos despiden con memorial al docente fallecido en explosión de La Concordia

Con lágrimas y voces entrecortadas, los alumnos y exalumnos organizaron porras en su honor y colocaron veladoras, fotografías y mensajes escritos en cartulinas donde recordaron al profesor de matemáticas, a quien describieron como alguien “buena onda”, siempre atento al bienestar de sus alumnos, dentro y fuera del plantel.
Organizan porras al “profe Noé” como le decían de cariño pic.twitter.com/nlF8GJqU51
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Un maestro que dejó huella
Eduardo Noé García Morales, de 55 años, era profesor de matemáticas en la preparatoria 327 “Quetzales”, en San Vicente Chicoloapan, Estado de México. Cada tarde, después de terminar su jornada en ese plantel, se dirigía a su segundo empleo, la Escuela Secundaria Técnica 53, en Santa Cruz Meyehualco.
Desde la #SEP lamentamos profundamente el sensible fallecimiento del maestro Eduardo Noé García Morales. Nuestras más sinceras condolencias a familiares y seres queridos.
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Descanse en paz. pic.twitter.com/fFaavdC3Av
El camino obligado entre ambos trabajos lo llevaba a pasar por debajo del Distribuidor Vial de La Concordia, fue allí donde la tragedia lo alcanzó.
De acuerdo con los reportes médicos, Eduardo Noé aún llegó con vida a la clínica del IMSS en Los Reyes, La Paz; sin embargo, dada la gravedad de las quemaduras que sufrió por la explosión, falleció alrededor de las 20:00 horas de ese mismo miércoles.
La noticia de su muerte se difundió con rapidez en redes sociales y grupos de mensajería, donde colegas, alumnos y exalumnos compartieron mensajes de despedida.
“Gracias profesor por enseñar y por hacernos querer la materia que daba con tanta dedicación, por tenernos paciencia, hacernos reír y aconsejarnos”, escribió en sus redes sociales Joana Acosta, exalumna de la secundaria 53, generación 2016-2018, quien acompañó el mensaje con la imagen de una paloma blanca.
La joven asegura que los números y las matemáticas no eran lo suyo, sin embargo, las clases del profesor Noé eran peculiares ya que de un chiste o alguna anécdota graciosa podía hacer entender la materia.
“Era una persona de gran corazón, siempre se acercaba a uno y empezaba a bromear Y siempre fue muy gentil y muy generoso”, expresó la joven.
José Miguel, exalumno del profesor de matemáticas, decidió no acudir a sus clases de preparatoria en la UNITEC Los Reyes y llegar a la escuela secundaria 53 completamente vestido de negro en señal de luto.
Con los ojos hinchados y visiblemente afectado por la pérdida, el joven aseguró que el maestro marcó su pasó por la escuela.
“Siento tristeza, depresión por lo que pasó, pero pega más porque la explosión afectó a una persona a la que conozco y quisimos como alumnos”, afirmó.
Antony, exalumno del profesor, Eduardo Noé García Morales, acudio a la escuela secundaria 53 en Iztapalapa a colocar un cartulina con un mensaje de cariño@David_SantiagoH pic.twitter.com/KE3c7rPUWd
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Un regreso a clases inusual
Las puertas de la escuela secundaria 53 se abrieron a las 13:45 horas para recibir al turno vespertino, pero los rostros de prefectos y personal docente lucían con tristeza.
Mientras los alumnos de distintos grados y grupos ingresaban al edificio, en el zaguán principal jóvenes y padres de familia colocaban flores blancas, encendían veladoras y pegaban cartulinas con mensajes en memoria del profesor.
“Porque solo muere lo que se olvida y usted siempre estará en nuestros corazones, lo amamos”, se leía en una de las frases escritas con tinta negra.

Conmovida por las muestras de afecto, Male -como la conocen en la secundaria-, encargada del servicio social del plantel, salió unos instantes del edificio. Observó el memorial, agradeció con voz entrecortada a alumnos y exalumnos, y regresó a sus labores entre lágrimas.

Ante la gran cantidad de flores reunidas en el memorial improvisado en la puerta de la secundaria 53, los profesores tuvieron que sacar cubetas para colocar los ramos y evitar que quedaran en el piso o se dañaran. Una fuerte lluvia, caída casi una hora después de iniciadas las actividades, disipó por un momento las muestras de afecto hacia el profesor Noé.
Otro grupo de alumnos del maestro Eduardo Noé García acudió al Puente de la Concordia, donde ocurrió el accidente, para colocar veladoras, flores y una fotografía en su memoria.
En la preparatoria 327, donde también impartía clases, se colocó un moño negro en la entrada del plantel y se suspendieron las actividades escolares.