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Entre policías y música, el consumo de cannabis en puntos seguros de la CDMX

Tres puntos en la CDMX ofrecen libertad para los consumidores de marihuana ante el limbo legislativo que ha omitido la regulación sobre su uso recreativo.
sáb 16 agosto 2025 11:00 PM
(Obligatorio)
Al pie del Monumento a Simón Bolívar, sobre Paseo de la Reforma, se ubica uno de los tres nuevos puntos seguros para el consumo de marihuana en la CDMX, establecidos en acuerdo entre el Gobierno capitalino y colectivos 420.

El humo, la música y el olor inconfundible a hierba quemada rodean el Monumento a Simón Bolívar en la Glorieta Violeta, sobre Paseo de la Reforma, uno de los tres puntos seguros designados por el Gobierno de la Ciudad de México para el consumo recreativo de marihuana.

“Nunca pensé que un policía me iba a cuidar mientras me echaba un toque”, dice un joven que hace una pausa tras salir de su trabajo para fumar un cigarro.

El colectivo La Comuna 420 aceptó retirarse de la Plaza de la Información –en los accesos de la estación Hidalgo del Metro– para conservar un espacio en donde las y los consumidores de marihuana puedan acudir sin ser criminalizados.

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Sin embargo, con menos de dos semanas en el nuevo lugar, ya se han registrado conflictos con autoridades como la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), afirma Popeye, integrante de La Comuna 420 y monitor.

“Hay gente que nos ha avisado que saliendo de aquí los atoran entre las esquinas. Recuerden que para una detención existe el Artículo 16 (de la Constitución) donde te avala donde los policías no te pueden hacer una revisión si no tienen una orden de un juez escrita”, dice en entrevista con Expansión Política.

El artículo al que se refiere señala que "nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento".

En este punto 420 acuden oficinistas, trabajadores de dependencias de gobierno, repartidores de apps, obreros y estudiantes; algunos se encuentran con amigos o buscan conocer nuevas personas, mientras otros prefieren estar a solas. La mayoría de quienes aprovechan para echarse un ‘toque’ son hombres jóvenes, sin embargo, también van mujeres, adultos y personas de la tercera edad.

Una de ellas es Vanessa, de 24 años, quien consume marihuana desde hace seis años como una forma de manejar su trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

“Me ayuda a concentrarme, a estar más relajada en lo que tengo que hacer, me ayuda con mi enfermedad”, asegura la joven.

Vanessa comparte que antes fumaba con miedo ante la posibilidad de ser detenida y extorsionada por policías.

“Ahora es diferente, a lo mejor no te dejan estar más tiempo pero ya es más seguro y es más confiable. Si te pasas de la dosis aquí están los del IAPA (Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones) y te pueden ayudar a encontrar un lugar donde le puedas bajar a tu consumo”, dice.

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En la Plaza de la Concepción, sobre Belisario Domínguez casi esquina con Eje Central, está otro de los puntos seguros. Este punto es resultado de la reubicado de su posición inicial sobre Avenida Juárez frente al Museo Memoria y Tolerancia, en el Centro Histórico.

En este sitio cinco policías guardan una distancia de unos 30 metros respecto al espacio delimitado por cintas para el consumo libre de marihuana.

“Pásale papi, ¿qué vas a querer? ¿Un gallito?” y “pásale carnal, acá tenemos gallitos”, ofrecen un par de jóvenes quienes se acercan ante la llegada de personas, pese a que uno de los acuerdos entre autoridades y colectivos para estos espacios es la prohibición de la venta de marihuana.

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Punto seguro para el consumo de marihuana en la Plaza de la Concepción, en el Centro Histórico de la CDMX.

En la Plaza de la Concepción conviven ahora tanto la comunidad 420 como las personas en situación de calle que frecuentan desde hace años, pues ahí se encuentra el Comedor Vicentino, donde pueden acudir por comida caliente proporcionada por la Secretaría de Bienestar e Igualdad Social (Sebien) capitalina.

Jen, una de las siete integrantes de la colectiva Las Hijas de la Cannabis, afirma que se esfuerzan por hacer de este un espacio seguro e intentan mantener el orden.

“Lo que queremos es abrir este espacio para que la gente pueda venir a consumir libremente sin que nadie nos esté mirando feo, sin que nadie nos esté diciendo nada, que aquí simplemente vengan a ser ellos. Si pachecos se están saliendo de la línea, vamos y los invitamos a que se metan al cuadro donde pueden estar, más que nada para estar tranquilos”, comparte con Expansión Política.

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Ella es madre soltera, activista y vende tenis para mantener a sus hijos, quienes saben que fuman marihuana, la cual usa como una vía para manejar síntomas de ansiedad y depresión, además de usar su experiencia para hablarles sobre consumo responsable. Para Jen este espacio sirve para desafiar los prejuicios.

“Hay licenciados que vienen y fuman, ahora sí que hasta del propio gobierno vienen y fuman aquí. Más que nada es para que se sientan libres de expresarse. Muchos de nosotros tenemos alguna carrera, algún negocio y somos pachecos, somos buena onda, nos gusta trabajar”, dice la joven.

Vecinos protestan

Sin embargo, la reubicación realizada el pasado 4 de agosto no ha sido aceptada por todos. Al día siguiente vecinos de la colonia Centro se manifestaron en contra del espacio para consumo de marihuana en la Plaza de la Concepción con un bloqueo sobre Eje Central y Belisario Domínguez, al reclamar que se coloque en un punto cercano a escuelas como la Secundaria Diurna N° 11 ‘Adriana García Corral’.

Vecinos vs Zona Tolerencia Cannabis
Vecinos del Centro Histórico realizaron un bloqueo el 5 de agosto para manifestarse en contra de la reubicación de uno de los puntos seguros para el consumo de marihuana en CDMX en la Plaza de la Concepción, conocida también como 'Plaza de la Conchita'.

Habitantes de la colonia Guerrero también cerraron Paseo de la Reforma a la altura de Glorieta Violeta en rechazo a la reubicación en el Monumento a Simón Bolívar.

César Cravioto, secretario de Gobierno de la ciudad, afirmó que se abrió diálogo con los vecinos y habrá una supervisión por parte del Gobierno capitalino y la Policía de la ciudad para corroborar que se sigan las reglas acordadas con los colectivos.

Entre las normas a seguir está la prohibición de la venta e intercambio de marihuana, no se permite el consumo de sustancias distintas y se restringe el horario de ocho de la mañana a ocho de la noche.

“Si no cumplen, se retiran. Ellos también tienen que ayudar a que se cumplan estos acuerdos y si ven que hay otro tipo de actividades, que nos avisen y el gobierno actuará en consecuencia, porque no se va a permitir que se viole la ley”, dijo Cravioto en conferencia de prensa el 5 de agosto.

Clara Brugada, jefa de Gobierno, aseguró que los nuevos espacios tienen el objetivo de evitar problemas de seguridad mientras se respeta la libertad de las personas consumidoras de marihuana.

“Estos puntos (los anteriores) tenían ya denuncias de la ciudadanía sobre lo que estaba pasando en estos lugares y aquí lo importante es que se mantienen puntos con el objetivo inicial, que es tener espacios de tolerancia en donde se consume de manera individual, lo que está permitido por la ley, y que no se generen en estos espacios otro tipo de delitos”, afirmó la mandataria capitalina.

Erick Ponce, presidente del Instituto del Cannabis (ICAN), dice que los puntos seguros son una buena señal por parte del gobierno encabezado por Clara Brugada en la ciudad, sin embargo, estos existen en un limbo legal pues el Poder Legislativo federal no ha creado una regulación sobre el consumo recreativo de marihuana, a diferencia del consumo medicinal que ya se encuentra reglamentado.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional prohibir el consumo lúdico de cannabis a personas mayores de 18 años en 2018, al considerarlo como parte del libre desarrollo de la personalidad, no obstante la única regulación son los cinco gramos de portación tolerados en la Ley de Salud y el Código Penal federales, explica el especialista.

“La misma Suprema Corte ya le dijo a los agentes regulatorios que necesitamos regular el uso recreativo pero no ha pasado, entonces estamos en un limbo legal donde mi derecho se está negando si yo quisiera consumir pero no tengo dónde ni cómo.

“Lo que no permite el gobierno y no hay una ley en este momento es comerciar: yo no puedo comprar, no puedo vender, no puedo regalar, solo puedo cultivar y consumir para mí mismo mientras sea un adulto y tenga este permiso (de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris)”, detalla Ponce.

Para el presidente de ICAN el problema ha sido la falta de voluntad política en el Senado y la Cámara de Diputados para generar un marco legal claro para quienes consumen marihuana de forma recreativa.

“Lo que nos debe el Gobierno en este momento es una ley y reglamentos, en este momento no existen y no hay qué seguir pero sí hay tolerancia, lo que habla un poco bien de las autoridades”, sostiene Ponce.

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