Las lluvias e inundaciones en México se han vuelto más intensas y repentinas, aumentando el riesgo para automovilistas.(Henry Romero/REUTERS)
Roberto Trejo
En los últimos años, las lluvias e inundaciones en México se han vuelto más intensas y, en muchos casos, repentinas. Esta situación aumenta el riesgo para automovilistas que pueden quedar atrapados en sus vehículos cuando el agua sube rápidamente en calles, túneles y avenidas.
De acuerdo con especialistas en protección civil, lo primero es mantener la calma. El pánico puede llevar a tomar decisiones apresuradas que pongan en riesgo la vida. Ante una crecida, el instinto suele dividirse entre salvar el vehículo o resguardarse; sin embargo, ningún bien material es más valioso que la vida.
Si alguna vez has pasado por esta experiencia sin saber qué hacer, o quieres estar preparado por si ocurre mientras conduces, aquí te contamos qué es lo que debes hacer para salir avante de la situación.
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¿Qué hacer si el agua empieza a subir?
Según el American Safety Council , la mejor forma de evitar esta emergencia es mantenerse informado sobre el pronóstico del clima y las zonas afectadas. Pero si ya estás atrapado en medio de una inundación, sigue estos consejos:
Evita cruzar grandes charcos o áreas con agua acumulada. Solo 15 centímetros de agua pueden detener la mayoría de los autos y hacerte perder el control. Con 60 centímetros, la corriente puede arrastrar el vehículo fuera del camino.
Mantente atento a la radio para conocer las zonas más afectadas. Si el agua sigue subiendo, abandona el auto y busca un terreno alto caminando, sin acercarte a cables eléctricos caídos, pues el agua puede volverse mortal en esos casos. Al salir, no camines en agua con corriente fuerte, ya que 15 centímetros pueden derribarte.
Mantener la calma es fundamental para evitar decisiones que pongan en peligro la vida durante una crecida.(Henry Romero/REUTERS)
Si quedas atrapado dentro del auto
Mantén la calma y no intentes abrir la puerta si el agua ya está a la altura de ésta, porque será imposible por la fuerza y el peso del agua en el exterior.
No uses el celular para llamar al 911; ese tiempo debe ser para escapar y cada segundo es importante en situaciones extremas.
Desabrocha el cinturón de seguridad y ayuda a niños o acompañantes a hacer lo mismo para que todos puedan salir.
Paso siguiente, baja la ventana, que es el mejor punto de escape, y nada con la corriente hasta un lugar seguro. No te aferres al auto; podría ser peligroso.
Si no logras abrir la ventana
Rompe el cristal con un objeto punzante o patea cerca de las bisagras. No intentes romper el parabrisas, ya que es casi imposible debido a su alta resistencia.
También puedes intentar desmontar el apoyacabezas del asiento, que cuenta con dos barras de hierro sólido que puedes usar para tratar de romper la ventana.
Ten en cuenta que no es una tarea sencilla, por lo que deberás usar toda tu fuerza y mantener la calma si no logras romper el cristal en los primeros intentos.
Si no puedes salir por la ventana
Si no logras salir y el coche ya está completamente cubierto por el agua, desbloquea las puertas y espera a que la presión dentro y fuera del vehículo se iguale para poder abrirlas y nadar hacia la superficie.
Deberás mantener la respiración durante varios segundos y conservar la calma; luego prepárate para impulsarte y salir por las puertas.
Si viajas con alguien, espera a que esa persona salga antes de intentar hacerlo tú. Esta es la última opción y se debe evitar llegar a este punto, pues el riesgo de morir es alto.
Estar preparado y conocer estos pasos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en una inundación inesperada.
Si quedas atrapado en el auto, desabrocha el cinturón, baja la ventana y nada hacia un lugar seguro.(Henry Romero/REUTERS)
No te preocupes por el auto
Mantente alerta y no pongas en riesgo tu seguridad por intentar salvar un bien material. En situaciones de emergencia como una inundación repentina, es común que el instinto nos lleve a querer proteger lo que tenemos a mano: el vehículo, las pertenencias o incluso documentos importantes. Sin embargo, ninguna de estas cosas justifica arriesgar la vida propia o la de quienes te acompañan.
Los objetos materiales pueden recuperarse o reemplazarse con tiempo y recursos, pero la vida es irremplazable. Conducir en zonas inundadas o intentar rescatar un auto atrapado en el agua puede llevar a situaciones que escapan a nuestro control, poniendo en riesgo la integridad física y, en el peor de los casos, la vida.
Por eso, es fundamental adoptar una mentalidad preventiva: siempre prioriza la seguridad personal y la de tus acompañantes. Si la corriente empieza a subir o notas que el vehículo está atrapado, la mejor decisión es abandonar el coche y buscar un lugar seguro, aunque eso implique perder el automóvil.