El servicio estuvo detenido en las últimas dos estaciones de la línea desde las 21:45 horas del lunes y se reanudó a las 19:50 horas del martes.
Sin embargo, los problemas a causa de los hundimientos en la zona oriente de la Ciudad de México y el Estado de México afectan a la Línea A desde hace años.
El Plan Maestro del Metro 2018-2020, aprobado en agosto de 2018, reconoce las constantes afectaciones en la Línea A a causa de un suelo compuesto por arcillas saturadas, agua subterránea cercana a la superficie, así como lluvias frecuentes y el deterioro de la red hidrosanitaria.
“Es necesario realizar el tratado y sellado de filtraciones en el cajón estructural, así como el mantenimiento del canal cubeta y la limpieza de cárcamos y drenajes en toda la Red”, indica el Plan Maestro.
También se señala la necesidad de reforzar las pasarelas de las estaciones superficiales de la Línea A.
“Debido a que se encuentran en una zona con problemas de subsuelo, se han presentado hundimientos diferenciales que originan separaciones en su estructura.
“Aunado a esto, el incremento constante de población en la zona oriente del Valle de México y el aumento de usuarios que hacen uso de esta Línea en los últimos años, podría generar una eventualidad en caso de un movimiento sísmico por la pérdida del punto de apoyo”, señala el documento.
Falla geológica en la Línea A
La Línea A del Metro corre cerca de una falla geológica que atraviesa los municipios de Los Reyes, La Paz y Nezahualcóyotl, en el Estado de México, así como la alcaldía Iztapalapa. Esta falla afecta desde la terminal La Paz hasta la estación Guelatao, detectó el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Habitantes de Los Reyes y La Paz también reportan daños en sus viviendas, como es el caso de la Unidad Habitacional Tepozanes, por hundimientos agravados tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.