A principios de julio, organizaciones y familias se manifestaron en la capital del país para demandar "dignidad" para los cuerpos, trato digno y justicia para las familias. (David Santiago)
Con la voz entrecortada y a punto del llanto, Lorena cuenta que las familias de personas desaparecidas enfrentan un camino lleno de obstáculos en la Ciudad de México, pero también de fallas y omisiones institucionales.
Lorena es madre de Luis Daniel y Brandon Guillermo, de 17 y 20 años de edad, respectivamente, quienes desaparecieron el 1 de diciembre de 2023 en la colonia Desarrollo Humano Quetzalcóatl, alcaldía Iztapalapa.
“Recibes tratos indiferentes, la gente que trabaja en los institutos forenses no son nada empáticos, son groseros”, critica Lorena mientras se manifiesta, junto con otras madres buscadoras, afuera de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
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Para tratar de encontrar a sus hijos, la madre de familia ha recorrido sitios como el Ajusco, la laguna de Zumpango, en el Estado de México, y la laguna de Xico, en los límites de Tláhuac y Chalco.
También ha visitado varias veces los institutos forenses de la Ciudad de México (que depende Poder Judicial capitalino), Morelos, Hidalgo y Tlaxcala... sin noticias de sus hijos desaparecidos.
Si ellos no te ven una semejanza con un cadáver dan por hecho que no es tu familiar y te descartan, no corroboran si hay o no parentesco".
Lorena, madre buscadora.
Lorena es parte de las más de 300 madres buscadoras e integrantes de organizaciones de la sociedad civil que denunciaron ante la Fiscalía de Justicia capitalina fallas, omisiones, negligencias y hasta malos tratos en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) de la CDMX.
En un pronunciamiento fechado el 8 de julio, denunciaron:
Malas prácticas forenses.
Falta de rigor en los procesos de identificación de personas desaparecidas.
Violencia institucional.
Obstáculos para identificar a sus familiares.
Graves violaciones a los derechos de las personas fallecidas.
Entre las organizaciones firmantes están: Caminando por las Calles AC, Colectivo Hasta encontrarles CDMX, Una Luz en el Camino CDMX, Mariposas Buscando Corazones y Los Otros Buscadores, entre otras.
La denuncia penal también tuvo otro detonante: a finales de junio se difundieron imágenes en redes sociales en las que se observa a trabajadores del Incifo "jugando" con cuerpos y hasta burlándose de ellos.
Para los colectivos y familiares de personas desaparecidas, el personal del Incifo incurrió en graves violaciones a la dignidad de los cuerpos, por lo que exigieron que se respete su reglamento interno y se sancione a los responsables.
“Estos actos constituyen una violación directa a la dignidad humana post mortem, así como el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación de las familias que día a día buscamos a nuestros seres queridos”, aseguraron en un pronunciamiento.
Ante este caso exigieron:
-La suspensión inmediata del personal involucrado. -Una investigación autónoma, imparcial y estructural de los hechos. -La emisión de medidas cautelares y recomendaciones públicas que garanticen la no repetición. -Que la denuncia sea atendida con prontitud y la debida diligencia.
Los colectivos y madres buscadoras acusan que, a pesar de avances tecnológicos y la existencia de bancos de ADN, hay centenares de cuerpos que aún permanecen en calidad de desconocidos y por ello son llevados a fosas comunes o donados a instituciones para su estudio.
“Las malas prácticas forenses y la falta de rigor en los procesos de identificación afectan de manera directa y dolorosa la búsqueda”, reclaman.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, entre el 1 de enero de 2019 y el 10 de julio de 2025 se contabilizaron 4,950 personas desaparecidas en la Ciudad de México.
Entre 2019 y 2021 se registró una ligera disminución -periodo que coincidió con la emergencia sanitaria por COVID-19-, pero a partir de 2022 los casos comenzaron a subir.
Tan solo en 2024 se reportaron 1,248 personas desaparecidas y no localizadas; en el primer semestre de 2025 sumaron 1,131 casos, una cifra que enciende las alertas de colectivos de búsqueda.
El mayor número de reportes de personas desaparecidas y/o no localizadas provienen de las alcaldías Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.
El caso de Julio César Cervantes Cabañas, ventilado a finales de 2024, ejemplifica lo que los colectivos llaman un "patrón estructural de negligencia, impunidad y violencia institucional" en materia forense.
Laura Cabañas, madre de Julio César, cuenta que su hijo desapareció en septiembre de 2021 en la alcaldía Álvaro Obregón y, después de años de búsqueda, logró recuperar el cuerpo del joven en noviembre de 2024.
Pero antes de eso, el cadáver de Julio César permaneció durante 10 meses en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), tras haber sido donado por elIncifo de la CDMX.
El cuerpo de Julio César, hijo de Laura Cabañas fue donado por el Incifo a la escuela de medicina del IPN sin su consentimiento(David Santiago)
Para Laura, esta donación no solo fue indebida, sino que significó una grave falla de la institución, pues a pesar de haber entregado su muestra para la confronta de ADN, nunca recibió información sobre el paradero de su hijo mientras se encontraba en calidad de desaparecido.
En noviembre de 2024 y, tras varios trámites que calificó de engorrosos, la mujer pudo sepultar lo que describió como “un cascarón”, pues Julio César fue diseccionado con fines de enseñanza.
El cuerpo de mi hijo solo estuvo cinco días en el Incifo y luego lo donaron al IPN para estudiarlo como rata. A mí no me avisaron nada a pesar de que yo a la Fiscalía y al Incifo ¿Con qué autoridad (lo hicieron)? Es indigno".
Laura Cabañas, madre buscadora.
Recuerda que vivió un proceso de doble dolor, primero por la desaparición de su hijo y después por haber hallado al cuerpo de Julio César en condiciones que describió como indignas.
“El día que lo enterré le prometí a mi hijo que los días que me restan de vida los dedicaré a hacerle justicia, por eso hago pública estas fallas de las autoridades, porque si me lo hicieron a mí ¿Cuántas personas estarán en esta situación?” cuestiona.
'Hay deficiencias estructurales'
Para Claudia Ivette Morales, integrante de Impunidad Cero, el problema de las desapariciones en México se agrava cada vez más.
En entrevista para Expansión Política, la activista asegura que la crisis forense en México no sólo se refleja en la saturación de cuerpos sin identificar en los servicios forenses, sino también en la omisión institucional que vulnera la dignidad de las víctimas y sus familias.
“Esto evidencia deficiencias estructurales en los servicios periciales. No basta con que exista el protocolo, también debe aplicarse conforme a los estándares jurídicos, éticos y administrativos”, plantea.
Morales resalta que en el país, si bien se han desarrollado mecanismos legales y técnicos para facilitar la búsqueda e identificación, muchos de estos no se implementan o se aplican de forma deficiente.
Menciona que uno de los aspectos más denunciados por colectivos de madres buscadoras y organizaciones civiles es el trato indigno hacia los cuerpos, por lo cual la analista asegura que también se debe "humanizar" y que las autoridades sean más empáticas con el dolor de las familias.
“Se han documentado casos donde los restos son entregados en bolsas de basura o sin respetar los tiempos y formas que las familias requieren. Debe haber un protocolo de entrega digna, que respete las tradiciones y la dignidad de la persona fallecida” señala.
En mayo pasado, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX (TSJCDMX), Rafael Guerra Álvarez, afirmó que el Incifo es la mejor institución en su tipo de toda Latinoamérica y dio a conocer los planes del Tribunal en materia de identificación de cadáveres.
"Señaló que el Incifo es la institución en la materia mejor preparada, con las mejores técnicas y peritos no solo en la República Mexicana, sino en Latinoamérica", difundió el Tribunal de la CDMX en un comunicado.
Los proyectos son:
-Construcción del Centro de Resguardo Transitorio de Cadáveres no Identificados, el cual está proyectado para albergar 5,100 gavetas y 1,683 osarios (lugares destinado para reunir los huesos).
-La elaboración del Protocolo Interinstitucional de Actuación para el Manejo de Personas Fallecidas no Identificadas, en colaboración con la Fiscalía General de Justicia local.
-La construcción del convenio de colaboración y coordinación con la Fiscalía capitalina para afinar los procedimientos de análisis forense y pericial, asegurar la notificación a las familias y la entrega de personas fallecidas de manera digna y sensible.
-Creación del centro de resguardo transitorio de cadáveres; un recinto digno y especializado que permitirá preservar adecuadamente los cuerpos y para que no vayan a la fosa común.