Este jueves, la mandataria capitalina envió al Congreso de la Ciudad de México una propuesta que consta de siete puntos, los cuales buscan generar un nuevo formato de hasta 30 minutos por corrida y sin el uso de materiales que lastimen a los toros, entre otras medidas.
El sector taurino sostuvo que el anuncio fue unilateral, pues se hizo sin el consenso de ganaderos, empresarios y representantes de los trabajadores que viven de esta actividad en la capital.
Manuel Sescosse, representante de Tauromaquia Mexicana, criticó el formato propuesto, ya que, a su consideración, quienes lo elaboraron no tienen conocimiento de todo lo que implica una corrida de toros.
Además, dijo que el formato no es entendible, pues 30 minutos son insuficientes para un "espectáculo" de esta naturaleza.
“Estas condiciones son absolutamente raras, no se usan en ningún lugar del mundo, no hay una fiesta taurina, tal como la prestaron hoy” externó.
Benigno Pérez Lizaur, representante del sector ganadero, dijo que todos los trabajadores del sector involucrados en la tautomaquia, incluidos ganaderos y empresarios, están dispuestos a establecer mesas de diálogo para llegar a un acuerdo y que sean escuchadas sus voces.
De lo contrario, advirtió, analizarán la ruta legal y recurrirán a las instancias jurídicas necesarias para hacerse escuchar.
“La tauromaquia tiene pueblo, tiene seis millones de aficionados, por eso, los ganaderos vamos a defender a nuestro toro y el toro defiende su entorno” señaló.
El sector taurino insistió en que, antes de que se discuta esta propuesta en el Congreso de la Ciudad de México, sean convocados para crear alternativas y que no se afecten empleos y la economía que se genera alrededor de las plazas de toros por venta de alimentos, bebidas, accesorios, entre otros rubros.