Los anti-taurinos fueron recibidos por vallas contratadas por la Plaza México, así como un dispositivo con 500 policías implementado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina.
Esto en respuesta a la primera manifestación del 28 de enero, cuando algunos manifestantes realizaron pintas y daños en la fachada de la plaza, además de agresiones en contra de los asistentes a la plaza, contra quienes algunos protestantes arrojaron piedras y otros objetos.
Pese a la presencia de manifestantes, los asistentes pudieron ingresar a la plaza y las corridas al interior de la Plaza México se desarrollaron como estaban programadas.
Tras casi dos horas de protesta, los inconformes comenzaron a retirarse a alrededor de las 17:00 horas, sin que las autoridades reportaran personas detenidas o heridas.
Por la mañana, activistas se reunieron en el Monumento a la Revolución con el objetivo de reunir 35,000 firmas en contra de las corridas de toro y presentarlas ante la Suprema Corte a favor de la prohibición de la tauromaquia.
Mientras tanto, está pendiente de resolverse de forma definitiva el amparo interpuesto por la organización Justicia Justa en 2022, así como un segundo amparo presentado por la organización Todas y Todos por los Toros, que sigue en curso pese a que la suspensión temporal fue revocada ante la queja presentada por los dueños de la Plaza México.