El programa de la CDMX para cambiar armas por dinero prevé recorte en 2024
El programa de desarme voluntario del Gobierno de la Ciudad de México prevé un recorte presupuestal al pasar de 10 mdp anuales en 2023 a 7.2 mdp para el ejercicio fiscal 2024.
El 2 de agosto de 2022, durante la instalación de un módulo para canje de armas en la parroquia del Purísimo Corazón de María en la alcaldía Benito Juárez, una mujer obtuvo alrededor de 43,000 pesos gracias a que entregó a las autoridades un arsenal conformado por un fusil AR-15 considerado de alto calibre, 28 granadas de fragmentación y decenas de cartuchos útiles.
De acuerdo a las autoridades capitalinas, la madre de familia pudo solventar algunos gastos extras para su casa con este programa de desarme voluntario que prevé una reducción más en su presupuesto 2.7 veces menor para el próximo año.
Con la disminución, quedaría en 7.2 millones de pesos, 12.8 mdp menos de cuando la administración de la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, lo tomó con 20 mdp, sin que el Gobierno capitalino justifique el recorte.
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Expansión Política buscó una posición de la Secretaría de Gobierno sobre los motivos de la reducción presupuestal para el programa “Si al Desarme, Si a la Paz” o si cambiaron los objetivos del mismo, sin embargo, no hubo respuesta al cierre de este texto.
La efectividad del programa tampoco ha sido comprobada. Para David Saucedo, experto en temas de seguridad, el canje de armas por dinero no tiene un impacto en la disminución de los índices delictivos de las alcaldías o colonias, ya que la mayoría de las armas que son recopiladas en los módulos instalados en las parroquias o en las explanadas de las demarcaciones, son inservibles o están defectuosas.
“Lamentablemente no se aprecia que haya una disminución de la violencia debido a la posesión de algún tipo de arma, la mayoría de armas que se recuperan tienen algún defecto o son inservibles”, apunta.
El recorte presupuestal
En diciembre de 2017, la administración capitalina de Miguel Mancera heredó a la administración de Claudia Sheinbaum un programa de desarme voluntario con un presupuesto de 20 millones de pesos.
Para 2019 el presupuesto se mantuvo en 20 millones, aunque cambió de nombre a “Alto al Fuego” con una meta de 7,000 armas recuperadas. Ese fue el año de mayor participación en la actual administración, pues en este periodo fueron recuperadas más de 4,000 armas largas y cortas.
Para 2020, el programa se reestructuró y cambió a “Sí al desarme, si a la paz” con jornadas integrales en las que participó la iglesia e instituciones como la fiscalía de la Ciudad de México, la Sedena y las secretarías de Bienestar y el Trabajo.
La pandemia de Covid-19 generó un desplome en el canje y destrucción de armas en 2020 y 2021, y en el presupuesto, pues pasó de 15 millones a 10 millones. Esta cifra se mantuvo en los ejercicios de 2022 y 2023, hasta 2024, que la administración de Martí Batres heredará al próximo gobierno una reducción de recursos.
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El programa que cambia de estafeta
El programa de desarme voluntario ha tenido diversos cambios de nombre, aunque el objetivo es el mismo: retirar de las calles miles de armas, adquiridas de forma legal o en el mercado negro, que pueden representar un riesgo en las casas o entre las familias.
En 2007, Marcelo Ebrard era jefe de Gobierno puso en marcha un programa de canje voluntario de armas por computadoras, dinero y despensas, mismo que se hizo de manera esporádica.
Fue hasta la muerte del menor Hendrik Cuacuas en noviembre de 2012 en una sala de cine de Iztapalapa, víctima de una bala perdida, que el programa de desarme voluntario se reforzó, primero en la demarcación y después se expandió a otras delegaciones, con una buena aceptación
De acuerdo con el documento “Buenas prácticas; por tu familia desarme voluntario” publicado por el Centro de Seguridad y Prevención SC, fue el exjefe de gobierno Miguel Ángel Mancera quien decidió dar continuidad al programa tras realizar un estudio de zonas con mayor concentración tanto de armas como de índices delictivos.
El Gobierno sostuvo un acercamiento con la iglesia para hacer una sensibilización desde las celebraciones religiosas y con ello generar mayor participación y confianza de la ciudadanía.
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“Una de las razones que llevó al Gobierno de la Ciudad a buscar esta alianza es el hecho que gran parte de los accidentes y muertes ocurridas por arma de fuego, sucede en las fiestas de los santos patronos. En este sentido, el papel de la Iglesia no sólo ha sido el de difundir la campaña a través de un llamado a la entrega de armas en las misas dominicales, sino que ha permitido que el canje se realice en sus propias instalaciones, regularmente el atrio de la iglesia”, se lee en el documento.
No obstante, David Saucedo insiste que el desarme voluntario no ha probado su efectividad en la reducción de los índices delictivos y si lo hay es por otros factores que poco tienen que ver con el programa sino por senderos seguros, patrullajes e incluso la presencia del Ejército.
¿Cuánto dan por un arma?
El 17 de enero de 2023, fueron publicados los lineamientos en la gaceta oficial de la Ciudad de México para el programa de desarme voluntario en el actual ejercicio fiscal, así como los montos estimados para el canje de armas:
Armas hechizas o de fabricación casera: 200 pesos
Armas largas hechizas o de fabricación casera: 390 pesos.
Revólver calibre 22 y 32: 5,000 pesos.
Revolver Magnum44 y 45 milímetros: 7,500 pesos
Subametralladoras 9 milímetros: 16,800 pesos
Pistola Subametralladora: 22,600 pesos.
La lista contempla otro tipo de armas, el pago por granadas de fragmentación y otros objetos bélicos, cuyos montos pueden llegar a los 10,000 pesos y municiones, cartuchos desde los tres pesos a los ocho pesos.
El experto en temas de seguridad nacional considera que si el programa de desarme voluntario no ha tenido un impacto significativo es porque las familias aún temen a ser investigados por la entrega de un arma y porque las armas, aún inservibles, tienen un mayor valor en el mercado negro, que lo que paga el Gobierno.
“Los montos que se asignan para las armas en los puntos de canje son reducidos, comparado con la venta de la misma arma en el mercado negro, creo que no debe reducirse el presupuesto, sino aumentar y ajustar precios para incentivar a la gente a cambiar sus armas”, apunta.