¿Qué es la Ley de Economía Circular aprobada por el Congreso de la CDMX?

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la economía circular es un modelo económico que lleva al crecimiento y al empleo sin comprometer el medio ambiente, por lo que considera necesario que los gobiernos y sociedad adopten un nuevo modelo económico que deje atrás el sistema denominado “tomar-hacer-desechar”, por ser considerado despilfarrador, extractivista y responsable en gran medida del cambio climático y el agotamiento de los recursos.

De acuerdo con la ley aprobada en el Congreso capitalino, la economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido.

“De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. En la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible”, se lee en el documento.

Tecnología

Educación, salud y sostenibilidad: los favoritos de la generación Z

Principios de la economía circular de la CDMX

La nueva ley de economía circular parte las siete “R” o reglas esenciales para el desarrollo sostenible con el fin de lograr un equilibrio ambiental:

Rediseñar: Pensar y diseñar los productos de modo que su proceso de fabricación consuma menos materias primas, se alargue su vida útil y genere menos residuos.

Reducir: Cambiar hábitos de consumo hacia un modelo más sostenible, con el fin de evitar la generación de residuos, el gasto de materias primas y, por lo tanto, se reduce el impacto en el medio ambiente.

Reutilizar: Usar los productos (envases, envolturas o desechos) el máximo tiempo posible.

Economía

Impuestos verdes: qué son y qué está haciendo México

Reparar: Cuando un producto se estropea, no buscar la sustitución inmediata, sino buscar la reparación y alargar la vida útil.

“Reparar, no solo es más económico, sino que evita el uso de nuevas materias primas, ahorra energía y no genera residuos al medio ambiente”, se lee en el documento.

Renovar: Actualizar objetos antiguos para que se puedan volver a utilizar como vintage.

Reciclar: Promover las mejores prácticas en la gestión de los residuos y utilizar aquello que sea posible como materia prima para la fabricación de nuevos productos.

Recuperar: Dar nuevos usos a productos que se van a desechar.

La Ley de Economía Circular delega responsabilidades y competencias al gobierno de la Ciudad de México, a la Secretaría del Medio Ambiente, a la Secretaría de Obras y Servicios, a la Secretaría de Desarrollo Económico y de Finanzas, entre otras dependencias sobre el manejo de residuos sólidos, la gestión de la basura y crea incentivos fiscales para aquellas empresas que mejoren sus procesos de elaboración de productos, sean sustentables y amigables con el ambiente.

Contempla que el gobierno capitalino otorgue a empresas “distintivos de circularidad” por buenas prácticas en la elaboración de productos, que garanticen que sus productos puedan ser reciclados o reutilizados posterior a su vida útil.

También contempla que todas las personas dedicadas a la pepena, que laboren en cualquier sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos, sea regularizados por las Alcaldías de la Ciudad de México, esto como un incentivo para la mejora de la calidad de vida y laboral de este sector de la población e incrementar las tasas de recuperación de los materiales reciclables.

La Ley de Economía Circular fue enviada al ejecutivo capitalino para su promulgación en la gaceta oficial de la Ciudad de México.