La pesadilla de la clonación
Una noche antes, el viernes 10 diciembre, centenares de personas no pudieron ingresar al Estadio Azteca debido a la "clonación y falsificación de boletos", según lo explicó la empresa Ticketmaster, lo cual generó un casos al exterior y un enojo generalizado que se expresó al exterior y en redes sociales, ya que muchos de ellos fueron adquiridos en centros autorizados.
El caos en el primer concierto tenía temerosa a la gente a pesar de haber hecho una compra en las páginas oficiales, en el camino al estadio, los fanáticos de Bad Bunny tenían temor de que sus boletos fueran rechazados y se quedaran sin entrar al concierto.
Es el caso de Clarissa, quien logró hallar hace unos días en la página de Ticketmaster un boleto y no dudó en comprarlo por los canales oficiales, sin embargo, se dijo molesta por tener una sensación de incertidumbre ante los hechos del día anterior.
“Está difícil, porque muchas personas ahorramos mucho para esto y esperamos por mucho tiempo este momento, como para que a la mera hora no nos dejen entrar, voy a tratar de no soltar mi boleto para nada”, comentó mientras viajaba en el Tren Ligero rumbo al evento.
Afuera del lugar, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) desplegarán operativos para evitar el caos de un día anterior. La entrada fue más ordenada, pero los casos de clonación de boletos volvieron a aparecer.
Es el caso de Óscar, quien pagó desde junio de este año 18,000 pesos por dos boletos a nivel de cancha para que sus hijas pudieran cumplir el sueño de ver a su artista favorito.
“Estoy encabronadísimo porque (Ticketmaster) le rompió el corazón a dos niñas, al final nos quedamos con las ganas porque no vamos a comprar ahorita aquí en la reventa”, expresó frustrado, mientras sus hijas al borde del llanto no daban crédito a la situación.
Otro caso es el de Ximena, quien envuelta en llanto, explicó que sus boletos fueron rechazados al ser considerados por el sistema de validación como “piratas” a pesar de tener certeza de que fueron adquiridos en los canales oficiales.
Fernando Luna también llegó muy contento a las puertas del Estadio Azteca para cumplir el sueño de sus hijas de ver en vivo a su artista favorito, por lo que estuvo participando durante varias semanas en dinámicas en una estación de radio, hasta que resultó ganador, pero en el último filtro, los boletos fueron rechazados por una aparente clonación.