Albergues independientes, solos ante necesidad de ayudar a migrantes en CDMX
Cafemin y Casa Tochán han rebasado su capacidad para dar asilo frente a estancia de venezolanos, en especial familias; señalan a autoridades de minimizar la situación de migrantes.
Migrantes, en su mayoría de Venezuela, hacen fila frente al comedor de Casa Tochán, en Álvaro Obregón. Este albergue independiente aloja al doble de las personas para las cuales tiene espacio.(Foto: Shelma Navarrete)
Shelma Navarrete
Casa Tochán alberga a 95 personas pese a tener espacio para 40 personas, frente a la llegada de migrantes venezolanos a la Ciudad de México ante el cierre de la frontera con Estados Unidos.
El albergue independiente ha rentado un pequeño departamento y obtuvo en préstamo el salón de una iglesia cercana para reducir el hacinamiento, mientras continúa la llegada de migrantes a la capital.
“La verdad es que nos desbordó otra vez, justo casi un año después de la ola de migrantes haitianos y justo con la misma respuesta del Gobierno de la ciudad de no entender que se necesita un lugar especial para recibir a las personas”, afirma Gabriela Hernández Chalte, directora del albergue ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón.
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A las 2 de la tarde, los migrantes –en su mayoría de Venezuela– hacen fila frente a la pequeña cocina donde les sirven frijoles, arroz y un guisado.
“Son nopales con tropiezos de carne, necesitan proteína”, dice uno de los voluntarios que trabaja en el albergue sobre el guisado enviado por la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso) para los migrantes.
Una de las tres comidas del día es el único apoyo que recibe el albergue por parte del Gobierno capitalino; el resto de las necesidades se cubren gracias a donaciones de dinero y en especie hechas por ciudadanos, así como recursos generados por el propio albergue a través de la carpintería y serigrafía.
Gabriela Hernández Chalte, directora del albergue para migrantes Casa Tochán, en la alcaldía Álvaro Obregón, al poniente de la CDMX.(Foto: Shelma Navarrete)
Para la directora de Casa Tochán, las organizaciones civiles con albergues independiente se han visto obligadas a hacer frente solas a las olas migrantes, pese a que la Ciudad de México establece en su Constitución la responsabilidad de las autoridades de garantizar los derechos estas personas.
“El Gobierno de la ciudad dice que son pocos y se van luego cuando tú no puedes resolver la vida en tres días y ellos es lo que intentan resolver, cambiar los planes que tenían para ahora regresarse a su país o quedarse en México", dice Hernández Chalte.
No entiendo a la jefa de Gobierno (Claudia Sheinbaum), ¿es necesario ver gente en situación de calle para reconocer lo que está pasando?
Gabriela Hernández Chalte
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En Gustavo A. Madero, al norte de la ciudad, el albergue independiente más grande de la ciudad exhibe en su entrada un letrero donde se lee “hermana(o), lamentablemente ya no contamos con más espacio”.
En la puerta de la Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes (Cafemin), en Gustavo A. Madero, se advierte que el albergue ha llegado al límite de su capacidad.(Foto: Shelma Navarrete)
La Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes (Cafemin) con capacidad para atender a entre 80 y 100 personas pasó a alojar a 538 ante la llegada de los venezolanos. En contraste, el Gobierno de la ciudad solo ha informado sobre la canalización de 69 migrantes a albergues, según indicó Sibiso en un comunicado el 18 de octubre.
Afuera de este albergue, Christian Fernández espera encontrar lugar para su esposa y dos hijos, de tres y cinco años. Lleva apenas dos días en la Ciudad de México, sin embargo desde hace dos meses que salió de Venezuela solo ha dormido en una pequeña carpa de lona que lleva consigo o en centrales de camiones.
“Aquí en México hemos estado puro en la calle, es más, traemos una carpita donde nos hemos quedado. Es pasar trabajos porque les ha dado fiebre, enfermedades, es muy difícil… La verdad estoy arrepentido de haberme venido con mis hijos”, dice en entrevista.
Después de un rato de esperar, le informan a Christian que han logrado encontrar espacio para su familia.
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Para la hermana María Magdalena Silva Rentería, coordinadora de Cafemin, existe la intención de minimizar e invisibilizar la situación de los migrantes venezolanos desde las autoridades.
“Al final la Ciudad de México, por lo que vamos viendo, la tendencia es llegar aquí y no porque quieran. Eso creo que es muy claro, la gente no es que quiera, no tiene otra opción. No es una población que viene de paso, ¿de paso a dónde?”, sostuvo en una conferencia de prensa realizada el 21 de octubre.
Mientras los hombres que migran desde Venezuela tienden más a intentar cruzar hacia Estados Unidos pese al cierre de la frontera, son las mujeres, familias y adolescentes que viajan solos quienes se inclinan a permanecer en la ciudad.
El albergue Cafemin tiene una capacidad para alojar a entre 80 y 100 personas, sin embargo ante la llegada de migrantes venezolanos recibió a 538 personas en busca de asilo.(Foto: Shelma Navarrete)
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se refirió por última vez a la situación de los migrantes en la ciudad el pasado 21 de octubre.
“Se les va a dar, desde el Gobierno de la ciudad, todo lo que se requiera en términos humanitarios, pero quien coordina todo es el Instituto Nacional de Migración, nosotros estamos apoyando al instituto”, afirmó en conferencia de prensa.
El canciller Marcelo Ebrard informó que habían llegado más de 1,700 migrantes venezolanos tras la implementación de las medidas de medidas en Estados Unidos que impidieron el paso a ese país. No obstante, este jueves declaró que están llegando alrededor de 130 en los últimos días.
De acuerdo con el Artículo 11 de la Constitución capitalina, donde se reconocen los derechos de personas migrantes y sujetas de protección internacional, las autoridades tienen el deber de adoptar las medidas necesarias para la protección de sus derechos, bajo criterios de hospitalidad, solidaridad, interculturalidad e inclusión.
“El Gobierno de la Ciudad de México, en coordinación con las alcaldías, instrumentará políticas de acogida a favor de las personas migrantes, así como de aquellas que busquen y reciban asilo y protección internacional en México”, establece el Artículo 20.
De acuerdo con el acuerdo para declaración de santuario , el Gobierno de la Ciudad de México tiene el compromiso de reconocer los derechos de todas las personas que ingresen a su territorio, declarando a esta capital como una Ciudad Santuario, "y con ello darles la bienvenida y abrirles las puertas de su Ciudad a todas y todos los migrantes, sin importar su previa residencia o lugar de origen, y dotarles de servicios, beneficios, acceso a los programas y asesoría tanto a ellos como a sus familiares, para que puedan retomar su vida con una debida protección a sus derechos humanos".
