“El pago a Ímaz por su enorme favor fue darle trabajo a su esposa”, señala. Sheinbaum, a partir de entonces, se desempeñó como secretaria del Medio Ambiente durante el gobierno de Obrador en el entonces Distrito Federal y estuvo a cargo de la construcción del segundo piso del Periférico.
En el libro, la autora sostiene que Sheinbaum se ganó el afecto del actual presidente poco después de que René Bejarano, secretario particular del entonces jefe de Gobierno, fuese exhibido en televisión recibiendo dinero del empresario Carlos Ahumada.
Cuenta que al hacerse públicos los videos de Bejarano, quien fue apodado ‘El señor de las ligas’ en el programa de Brozo, en Televisa, “Claudia traicionó a su marido”. El entonces jefe de Gobierno llamó a su gabinete y preguntó si sabían de alguien más que hubiese visitado al empresario.
“La voz de una mujer se escuchó en el grupo, era Claudia Sheinbaum, confesando que su esposo, Carlos Ímaz, entonces delegado de Tlalpan, también había visitado a Carlos Ahumada y también había recibido dinero. A partir de ese momento, Sheinbaum se ganó la confianza del hoy presidente”, asegura la autora.
Esa noche se dieron a conocer imágenes de Ímaz recibiendo dinero del empresario –cuya cara estaba cubierta en el video– en una bolsa de plástico.
Sheinbaum dejó el cargo como secretaría del Medio Ambiente un año después de que Obrador hiciera lo propio para buscar ser el candidato presidencial del PRD en las elecciones del 2006. Regresó a dar clases en la UNAM y reapareció en 2014 como candidata de Morena por la delegación Tlalpan.
“La orden del eterno candidato presidencial para sus subordinados y recaudadores fue la de hacer ganar a Sheinbaum a como diera lugar, y así ocurrió”.+