A Eduardo le cautivó la iconografía del Metro, aquellas figuras que identifican cada una de las 195 estaciones, cuyo diseño se inspiró en el de las Olimpiadas de 1968 y estuvieron a cargo del diseñador Lance Wyman.
“Es una afición de toda la vida. De pequeño yo viví en la colonia Guerrero, entonces usábamos constantemente el Metro, fue algo que me gustó desde entonces, su iconografía, los trenes, los sonidos.
La primera estela que hizo fue en realidad de una estación imaginaria, la cual creó como un regalo.
“Desarrollando un regalo para mi pareja en ese momento hice una estela del Metro, se me ocurrió, los señalamientos, creo que nadie ha hecho nada de eso”, comenta.
Ahora Eduardo reproduce las estelas de las estaciones que las personas le pidan y también realiza encargos especiales con nombres de estaciones inventados con iconografías especiales o fotografías. Cada una de las estelas lleva entre 6 y 10 horas de trabajo, según la complejidad de la misma.
Algunos de sus clientes han trabajado en el Metro, mientras otros son chilangos que han cambiado de hogar pero buscan llevar un pedazo de la Ciudad de México consigo a donde vayan.
Muchas personas que viven en los estados, señala Eduardo, piden su estación como un recuerdo de épocas pasadas." 'Aquí viví mucho tiempo, era la estación que tomaba cuando iba a estudiar’, me dicen".
“Ha habido (clientes) en el extranjero a Canadá, a Estados Unidos, a Colombia, a Francia, a Alemania, donde han pedido también los modelos de las estelas. Precisamente hay gente que ya está en otro lugar o alguna cuestión y ahora sí que es el recuerdo del Metro, es el ícono de nuestra ciudad”, dice Eduardo.