Se ubica en la Calle Niño Jesús No. 2, colonia Tlalpan, alcaldía del mismo nombre en la Ciudad de México, y, de acuerdo con la visión y misión del lugar, se brinda atención integral con calidad seguridad y humanismo a la población que requiere servicios especializados en psiquiatría, rehabilitación psicosocial, así como formación de recursos humanos en la materia.
Además, la institución psiquiátrica busca ser líder en modelos de prevención, atención, rehabilitación psicosocial, enseñanza e investigación.
“Nuestra razón de ser se centra en la atención del usuario, así como en la enseñanza e investigación”, se detalla en la página oficial de la institución médica.
¿Quién fue Fray Bernardino Álvarez Herrera?
Bernardino Álvarez Herrera nació en 1514 en el poblado de Utrera, Sevilla, España. A los 20 años llegó a la Nueva España (México), donde se inscribió como soldado y participó en el deporte de charrería en Zacatecas. Años después se trasladó a la Ciudad de México, donde estuvo envuelto en escándalos por juegos de baraja y provocar duelos.
Se le involucró con un homicidio derivado de una riña y lo llevaron preso junto con otros deportados de Filipinas a una expedición, condenado a servir de manera forzada. Sin embargo, gracias a una mujer que se convirtió en su pareja en el puerto de Acapulco pudieron escapar, por lo que Bernardino Álvarez escapó a Perú para laborar en su profesión militar durante seis años.
Treinta años después y con una gran fortuna, regresó a la Nueva España. Envió una carta a su madre para que viajara y se quedara a vivir con él. Sin embargo, ella se negó y le respondió que tenía lo suficiente para cubrir sus necesidades y que él debería destinar sus riquezas a la caridad y entregarse a Dios. Fue cuando Bernardino se arrepintió de su pasado y se motivó a ingresar como religioso en el hospital de la Limpia Concepción.
Se le reconoció después por sus labores altruistas, ya que daba limosna a los necesitado y atendía a los enfermos. Al iniciar su dedicación religiosa, fundó la Orden de San Hipólito de la Caridad.
También, dio luz a una institución que daba amparo a ancianos que vivían de la limosna pública y para las personas denominadas “locas”, que deambulaban por las calles, que a veces eran objeto de burla. Consiguió una propiedad para construir el primer edificio del Hospital San Hipólito, mismo que abrió en 1566.