Sin embargo, el gobierno de la Ciudad de México respondió que lo solicitado no se puede autorizar, ya que el sector ha incumplido con distintas medidas en materia de seguridad para los usuarios, ambientales, entre otras ramas.
La empresa Demoscopía Digital realizó el 8 de junio un sondeo entre 1,200 usuarios de transporte concesionado, el cual destaca que el 50% de las personas usa el transporte concesionado, como peseros o microbuses: del este porcentaje, el 17% lo hace una vez a la semana y el 34% entre tres y cinco veces.
Ante las manifestaciones de los transportistas, el 47% de los encuestados opinó que no debería aumentar el precio del pasaje; el 36% dijo que sí, pero solo se les debe autorizar un peso de incremento; el 5% considera que estaría despuesto a pagar dos pesos adicionales a la tarifa actual de cinco pesos; mientras que el 9% apoya el aumento de tres pesos y solo el 1% pagaría cuatro o más pesos.
El 52% de los usuarios considera que los cinco pesos que actualmente paga por el pasaje del transporte concesionado es una tarifa justa, el 25% que es baja y 16% que es alta.
Al preguntar a los usuarios de distintas características del transporte concesionado, el sector obtuvo números negativos en materia de trato, condiciones de las unidades, entre otros rubros.
En días recientes, el secretario de movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous, afirmó que se retomarán las mesas de diálogo con los transportistas para analizar la solicitud de los concesionarios.
El funcionario detalló que deberán cumplir 15 puntos en mejora del servicio, entre ellos uniformes adecuados, regularización, que se utilice la cromática correcta, sin modificaciones, contar con conductores capacitados, que las unidades no tengan los vidrios polarizados, entre otras medidas.