Durante los primeros días, la comunidad ucraniana en México realizó distintas movilizaciones, unas en el Ángel de la Independencia, el centro de la capital y el museo Memoria y Tolerancia, entre otros sitios así como la organización de colectas económicas y de víveres.
Ya pasaron 100 días de Guerra y aseguran que sus esfuerzos por pausar sus actividades profesionales y volcarse a apoyar a los refugiados ucranianos han valido la pena, pues de los más de mil que en algún momento pisaron la capital, la mayoría ya se encuentra en Estados Unidos.
“La vida no me dio para simplemente estar viendo las noticias, salía a la calle, empecé a hacer todo lo que se me cruzaba, organización de marchas, centro de acopio, trabajar con personas migrantes”, relató Ilona.
“La música ok, es importante, pero ahorita estoy 100% a esto, ya que pasaron 100 días, estoy tratando de volver a mi vida normal otra vez para tener un ingreso que me permita continuar con esto”, dijo Elisa.
De acuerdo con Ilona y Elisa, desde el mes de marzo a la fecha, han arribado a la Ciudad de México más de mil ucranianos, algunos lo hicieron a través de las aeronaves que envió la Secretaría de Relaciones Exteriores a Rumania para el rescate de mexicanos, pero otros lo hicieron por sus propios medios.
Aunque las autoridades mexicanas instalaron un campamento en Iztapalapa para recibir a la comunidad Ucraniana en su condición de refugiados, cerca de 800 –según datos de la alcaldía– utilizaron las instalaciones como una breve escala, pues su objetivo era viajar a Estados Unidos donde ya los esperaban familiares o amigos.
A 100 días de la guerra, alrededor de 60 ucranianos se mantienen en México, aunque ya no en campamentos, sino en diversas casas tanto de la comunidad de ese país o de mexicanos que decidieron de manera voluntaria adoptar una familia mientras se resuelve su situación migratoria.