El Eje 1 Norte se encuentra asfixiado: dos carriles laterales, exclusivos para el transporte público, están invadidos con las lonas y puestos de metal de cientos de vendedores; otros dos carriles son usados para caminar por los peatones, quienes deben evadir diablitos cargados con mercancía y motociclistas que buscan evadir el tráfico.
Con sólo dos carriles disponibles, atravesar el tramo de 1.7 kilómetros entre Paseo de la Reforma a Avenida del Trabajo para quienes se mueven en transporte público conlleva 43 minutos, cuando con la vía despejada serían apenas 10 minutos.
A esto se suma la operación de al menos 28 chelerías identificadas durante un recorrido, donde además de cerveza en caguama y barril, se vende y consume en vía pública bebidas preparadas con vodka, tequila, ron y otros licores sin ninguna supervisión ante el riesgo de que sean adulterados, como sí se revisa por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en antros y bares.